Redacción BL
El pasado 20 de septiembre, el mánager general del equipo Astana, Alexander Vinokurov, señaló que el ciclista colombiano Miguel Ángel López iría al Giro de Italia y que esa sería la última competencia del boyacense con la escuadra, pero el final de la historia es triste, porque ayer se cayó en la primera etapa y tuvo que retirarse.
López llegó a esta competencia a ayudar al líder de la escuadra, Jakob Fuglsang, con lo cual les diría adiós a varias temporadas con el equipo que lo ha visto crecer y madurar como ciclista, pero en el kilómetro 9 de la jornada perdió el control de la bicicleta y se fue contra las vallas.
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El pedalista de 26 años fue llevado en ambulancia a un hospital y tuvo una herida cerca de la arteria ilíaca, la que fue tratada. “No presentó fracturas y salió caminando del hospital hacia el hotel”, dijo el Astana.
De esta forma, López culminó una carrera exitosa forrado en el uniforme azul, el que se estrenó en el 2015, cuando hizo la primera competencia en Europa: la Vuelta a Cataluña, de la que tuvo que retirarse.
Supermán afrontó este reto final con el Astana, cuya primera victoria de etapa fue en ese mismo año de su debut, cuando se impuso en la jornada de la Vuelta a Burgos, con final en Pineda de la Sierra, luego de 161 kilómetros. Esa vez, López terminó de cuarto en la general y fue el mejor joven.
Su primer título llegó un año después, en la Vuelta a Suiza, su primera gran actuación en una competencia del World Tour, cuando batió en la general al español Ion Izagirre.
Y esa temporada se estrenó en una de las tres grandes, en la Vuelta a España, pero no logró el objetivo de terminar pues puso pie en tierra en la sexta jornada.
Volvió en el 2017 a una grande, a la misma Vuelta a España y fue uno de los corredores con mejores resultados, acabó de octavo en la general y se impuso en dos etapas, las primeras en una de las tres carreras más importantes del mundo, una en el Observatorio Astronómico de Calar Alto y la otra en Sierra Nevada.
Chuleado en dos ocasiones el giro ibérico, López y el Astana pusieron una meta alta para el 2018: el Giro de Italia, en su primera participación.
Allí, logró un podio merecido, un tercer lugar, escoltando a Chris Froome, el campeón, y a Tom Dumoulin, segundo. No ganó etapas, pero se quedó con la clasificación del mejor joven.
Miguel Ángel López, tercero en el Giro del 2018.
Archivo / EL TIEMPO
En la Vuelta a España fue tercero, detrás de Enric Mas, segundo, y Simon Yates, el campeón, en una sensacional temporada. Ese 2018 ha sido para él el de mejores resultados, pues los números dicen que fue podio en siete competencias.
Y si ese año fue muy bueno, pues se esperaba mucho de él en el 2019, pero no fue el mejor. Ganó la Vuelta a Cataluña, su segundo gran título en el World Tour, se impuso en el Tour Colombia, fue séptimo en el Giro de Italia y quinto en la Vuelta a España, pero ya tenían en mente el Tour de Francia.
La carrera más importante del mundo lo esperó y aunque tuvo el podio en sus manos, la mala contrarreloj lo relegó al sexto puesto. Ganó la etapa en el Col de la Loze, en una actuación, para él, muy satisfactoria.
«Es un buen muchacho. Llegó muy joven al equipo. ha madurado, ha ganado, nos ha dado varias victorias», le contó a EL TIEMPO Giuseppe Martinelli, uno de los técnicos del Astana.
‘Supermán’ López llegó al Giro luego de haber recorrido con el Astana 48.749 kilómetros en competencia en 321 días de carrera, con 17 victorias, seis de ellas en el World Tour.
El boyacense ha obtenido dos títulos en la máxima categoría y ganado cuatro etapas, y esperaba despedirse del Astana ayudándole a Fuglsang a ganar el Giro, pero no fue así.
Poco se sabe de su futuro. En principio se habló de que iba al Bora, luego se supo que el UAE Emirates buscaba contar con él y en los últimos días se manejó la opción de ir al Ag2r.
Lisandro Rengifo
Periodista de EL TIEMPO
@lisandroabel
