El acuerdo olímpico muestra un mercado burbujeante para las cervezas sin alcohol

Por primera vez este verano, mientras los deportistas luchan por la victoria en París, los espectadores podrán beber la cerveza oficial de unos Juegos Olímpicos.

Pero la bebida no se les subirá a la cabeza: será la versión sin alcohol de la popular marca mexicana Corona.

El innovador acuerdo de patrocinio, firmado por el gigante cervecero belga-brasileño AB InBev, es sólo la última señal del efervescente mercado de cervezas sin alcohol.

«Todos los cerveceros están avanzando hacia bebidas sin alcohol o con bajo contenido de alcohol», afirmó a la AFP Krishan Maudgal, director de la asociación belga de cerveceros.

Este es el caso incluso en Bélgica, donde la herencia cervecera centenaria está reconocida por la UNESCO y el porcentaje de alcohol en las cervezas elaboradas por los monjes trapenses puede alcanzar los dos dígitos.

«Hace veinte o treinta años se trataba más bien de aumentar el contenido de alcohol, pero ahora hemos revertido la tendencia y lo estamos reduciendo», afirmó Maudgal.

En un contexto de disminución del consumo de cerveza (un 40 por ciento en 20 años en Bélgica), dice que los productores están «escuchando al mercado» y adaptándose a hábitos de consumo que se han vuelto más responsables.

«Entre los consumidores hay una tendencia a favor de la moderación y el bienestar, esta tendencia se da en todas partes», dijo Andrés Peñate, uno de los vicepresidentes de AB InBev, la mayor cervecera del mundo.

«Se trata más de beber mejor, de beber menos, no de no beber», afirmó.

Como prueba, la cervecera, que también fabrica Stella Artois, Budweiser y Leffe, duplicará este año la producción de su cerveza Corona Cero en su planta belga en comparación con el año pasado.

Grandes negocios

La cerveza sin alcohol existe desde hace décadas, pero durante mucho tiempo fue ridiculizada como una versión acuosa de la auténtica.

Pero a medida que el mercado creció, los cerveceros mejoraron su juego y gastaron mucho para hacer que sus productos fueran más apetecibles.

Según el analista del mercado de bebidas IWSR, el mercado de bebidas sin alcohol o con bajo contenido de alcohol, incluidos el vino, la sidra y las bebidas espirituosas, vale actualmente más de 13 mil millones de dólares en todo el mundo.

La cerveza es, con diferencia, el producto más popular entre los aficionados a los productos «sin alcohol».

Sólo en Europa, la cerveza sin alcohol vale 3.000 millones de dólares al año y las ventas crecen constantemente, con España y Alemania a la cabeza.

En Francia, «el interés de los consumidores por las cervezas sin alcohol crece desde hace cinco a diez años y hoy es una tendencia fundamental», afirma Magali Filhue, de la asociación de cerveceros del país.

Las ventas representan ahora alrededor del cinco por ciento de las cervezas vendidas en los supermercados franceses.

Si bien ese porcentaje sigue siendo bajo, el mercado está creciendo de manera constante.

Se trata de un punto positivo para los gigantes cerveceros mundiales que han estado pasando apuros en los últimos años.

La pandemia de COVID, una crisis energética y la inflación han presionado al sector, con una caída de las ventas a medida que ha disminuido el poder adquisitivo de los consumidores.

El año pasado, el beneficio neto de AB InBev cayó un seis por ciento en medio de una caída en los volúmenes de ventas de cerveza, particularmente en Estados Unidos.

Mientras tanto, la segunda empresa holandesa Heineken informó esta semana de unas perspectivas «difíciles e inciertas» para 2024.

© 2024 AFP