Pero no han estado solos: su desarrollo hacia los nuevos requisitos ambientales y de producción ha sido posible gracias a otras empresas que les han acompañado en el camino para allanárselo y hacérselo más fácil. Y justo eso fue lo que motivó hace 22 años el nacimiento de Seipasa, una empresa española especializada en el desarrollo y formulación de bioinsecticidas, biofungicidas y bioestimulantes con presencia internacional, anticipándose al cambio que vive la industria hoy en día. Su gran labor le ha merecido en este 2020 el Premio Nacional de Innovación 2020 en la modalidad de pequeña y mediana empresa, otorgado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que distingue a aquellas personas y entidades que han hecho de la innovación un elemento indispensable en el desarrollo de su estrategia profesional y de su crecimiento empresarial. El fallo del jurado lo justifica por «apostar decididamente por la innovación en un sector tradicional y fuertemente regulado, generando un modelo de negocio basado en tecnología natural» e «incorporar modelos innovadores de gestión empresarial que le han permitido optimizar el retorno de su alta y sostenida inversión en I+D+i». Para la empresa, este reconocimiento supone una «gran satisfacción y orgullo y, sobre todo, la confirmación de que hace 22 años elegimos el camino correcto», tal y como señala Francisco Espinosa, director de I+D+i de Seipasa.
Su apuesta fue, desde el inicio, por la innovación, generando un modelo de negocio basado en Tecnología Natural para así desarrollar soluciones eficaces para la agricultura, un hecho que ha favorecido que esta Huerta de Europa que es la Región de Murcia haya podido sumarse a la transformación y seguir abasteciendo y creando riqueza para la zona y bienestar para el consumidor con productos sanos y saludables, cumpliendo las exigencias del mercado y las cada vez más estricta legislación europea.
Así, Seipasa buscaba en la naturaleza aquellos principios activos más eficientes y les aplicaba la tecnología más avanzada del siglo XXI para convertirlos en soluciones efectivas en la lucha contra plagas y enfermedades que afectan a los cultivos. «Innovar es sinónimo de avanzar y en Seipasa siempre lo hemos hecho con el objetivo de aportar soluciones nuevas, diferenciadoras y de alto valor añadido para la agricultura», añade el director de I+D+i.
Aunque hoy en día esta apuesta puede parecer una constante en el mercado, hace más de dos décadas fueron pioneros, anticipándose a las demandas de un futuro que ahora es presente. «Cuando haces las cosas de forma diferente al resto estás obligado a navegar a contracorriente. Así lo hemos nosotros durante muchos años, aunque ahora lo hacemos con el viento a favor y con la ventaja que nos da la experiencia de ser pioneros», matiza Espinosa.
Una mentalidad futurista
Seipasa se ha apoyado en su determinación y la solidez de su proyecto en todos estos años anticipándose en el mercado y eligiendo los compañeros de viaje adecuados: distribuidores y clientes que desde el principio entendieron que la agricultura necesitaba un cambio hacia un modelo mucho más racional y sostenible, sin apartar la eficacia y la rentabilidad del centro del modelo. Entre ellos, la Región de Murcia, como una de las grandes productoras hortofrutícolas del país, con una agricultura de alto valor añadido, consiguiendo con ellos una relación estrecha y directa. «Contamos con distribuidores plenamente alineados con nuestro modelo de tecnología natural en las principales zonas agrícolas de la Región y con una marca de largo recorrido en cuanto a su penetración e histórico entre sus agricultores», matiza Espinosa.
Así, ofrecen soluciones dentro de su catálogo para esta agricultura de alto valor añadido como el bioinsecticida Pirecris, diseñado para el control de pulgón y mosca blanca en cultivos hortícolas al aire libre y en invernadero que, además, presenta un corto plazo de seguridad. Dentro de la línea de bioestimulantes, Radisei es un nuevo bioestimulante radicular que favorece una robusta puesta en marcha del cultivo y asegura una producción de alta calidad, que también está recomendado para la fertilización postcosecha en cultivos como frutales o uva de mesa. Está desarrollado a partir de una cepa exclusiva de Bacillus subtilis, por lo que incorpora todo el potencial de la tecnología natural de Seipasa.
En la actualidad, la firma dispone de 46 registros de productos fitosanitarios bioinsecticidas y biofungicidas en 14 países, una cifra que pretenden aumentar en los próximos meses.
Actualización constante
La propia sostenibilidad requiere una actualización constante y una innovación basada en la mejora para ofrecer la transformación que la industria agrícola necesita. «Hoy en día, el término sostenibilidad está en los despachos de marketing de prácticamente todas las empresas. Hay muy pocos que todavía no hayan alineado su modelo de negocio con el respeto al medio ambiente y a la salud de las personas. Esta sensibilidad no existía en 1998, no al menos con esa fuerza con la que emerge hoy dentro el sector agrícola. Fuimos pioneros en el desarrollo de un modelo basado en la tecnología natural y dos décadas después el mercado nos ha dado la razón», señala Francisco Espinosa.
La actualización del sector pasa por dos puntos de vista: por un lado es el propio mercado el que va reclamando una serie de necesidades a las que responden en Seipasa con la ciencia, la investigación y la innovación. Su departamento de I+D+i es multidisciplinar, con perfiles vinculados al conocimiento de la química, la microbiología, la biotecnología o la agronomía que le aporta una visión muy rica a la hora de abordar la innovación en todos sus procesos. Por otra parte, no hay que olvidar que la ciencia y la legislación no avanzan a la misma velocidad y que se trata de un sector fuertemente regulado.
Aunque las oficinas centrales y planta de producción de Seipasa están ubicadas en España, en l’Alcúdia de Valencia, la empresa está presente en más de 25 países a través de cinco unidades de negocio. Cuenta con unidades de negocio en Europa, México, América Latina, EE. UU, y África, lo que significa que dispone de estructura con personal propio para desarrollar su modelo de tecnología natural.
«En total, contamos con una plantilla de más de 75 personas, un equipo joven y multidisciplinar, con gran experiencia en cada una de las áreas de las que forman parte», indica Espinosa.
Microorganismos para combatir plagas
Sea tendencia o no, lo cierto es que la aplicación de microorganismos para combatir plagas y enfermedades en agricultura tiene un gran potencial de desarrollo por delante; un campo que concentra buena parte del esfuerzo en I+D+i de Seipasa, y que ya está presente en soluciones concretas en diferentes mercados internacionales en el caso del biofungicida Fungisei o del bioestimulante Radisei.
Sin embargo, tal y como señalan desde la empresa, las demandas del sector han cambiado mucho en los últimos años a causa de la acción de ‘aceleradores’ o ‘intensificadores’ del cambio, que son, por un lado, los consumidores cada vez más concienciados con el consumo de frutas y hortalizas saludables y libres de residuos. Su demanda marca las preferencias de las cadenas de distribución, con el establecimiento de Límites Máximos de Residuos (LMRs) para comercializar frutas y hortalizas. Por otro lado, el acelerador más importante del cambio es la legislación que marca el ritmo al cual se mueve el mercado.
«En el caso de la UE, estamos hablando de una potencial desaparición a corto plazo del 40% de las sustancias activas disponibles. Los agricultores necesitan nuevas soluciones alienadas con la regulación internacional, que cada vez es más restrictiva en cuanto a la autorización de sustancias de síntesis química. Al mismo tiempo, estas soluciones se deben revelar efectivas para frenar las pérdidas de producción ocasionadas por las plagas y enfermedades. Seipasa está plenamente orientada a la generación de esas nuevas soluciones plenamente alineadas con la sostenibilidad, la eficacia y la regulación internacional», recalca Francisco Espinosa.
Seipasa mira al futuro con la consolidación de su presencia internacional, además de la llegada de nuevos registros fitosanitarios para aumentar su gama de soluciones para la protección de cultivos contra plagas y enfermedades que cada año provocan cuantiosas pérdidas en los cultivos, estando, una vez más y como siempre, al lado del sector agrario para favorecer su actividad y beneficiar a un sector de gran importancia, especialmente en la Región de Murcia.
