Es un día triste para Millonarios y para el fútbol colombiano: ha muerto Senén Mosquera, a los 80 años de edad, en Bogotá. Se trata de un arquero que marcó al equipo azul y que, entre sus hazañas, podía contar que vistió la camiseta de la Selección Colombia.
Senén Mosquera nació en Buenaventura pero siempre fue chocoano, pues fue allí donde se crió allí y donde se le abrió la puerta, cuando aún era adolescente, de Millonarios, el club de sus amores, donde logró cinco títulos: 1961, 1962, 1963, 1964 y 1972.
Tiene en su memoria cada detalle que acompañó su paso por el equipo Embajador y lamenta haber dejado «tan rápido» su carrera deportiva, por culpa de una lesión: «El brasilero José ‘Pepillo’ Marín, en un entrenamiento, chocó contra mí. Con la rodilla me rompió la pierna”, recordaba en una entrevista el talentoso portero, quien por culpa de ese accidente perdió la opción de llegar al Atlético de Madrid.
Eso y el poco protagonismo que tienen los veteranos en los clubes de fútbol le producía tristeza: “En Europa, por ejemplo, a los viejos si los tienen en cuenta, como debe ser, enseñando todo lo que saben”, decía en una conversación con el diario El Tiempo.
“El fútbol no dejaba plata. Ahora es diferente. Muchos son empresarios, hacen publicidad de marcas. Antes era todo más romántico”, comentaba.
Mosquera se ufanaba de haber entrenado a tres arqueros muy recordados por la hinchada azul: el bogotano Ómar Franco, al argentino Rubén Cousillas y recientemente a José Fernando Cuadrado, quien hace poco se unió a Nicolás Vikonis en una campaña por reunir fondos para el portero, quien terminó sus días con premuras económicas.
Entre sus tesoros, el arquero guardaba fotos con Lev Yashin, el mítico portero soviético conocido como ‘la Araña Negra’, con quien compartió el 24 de mayo del 62 cuando se destacó por haber logrado dejar la valla invicta ante uno de los equipos favoritos al título del Mundial de Fútbol de Chile.
“Esas son las cosas buenas que le deja a uno el fútbol”, decía.
Mosquera fue fundador de ‘Mozambique’, una discoteca en la calle 63 con carrera 10: “Traje la salsa a Bogotá”, decía. Allí se reunía con sus amigos, veía fútbol y disfrutaba de la buena música.
Mosquera se fue con una respetable marca de 202 partidos con la camiseta azul, gracias a los cuales llegó a la Selección Colombia y se convirtió en un auténtico ídolo.
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