HONG KONG (Reuters) – El gobierno de Hong Kong levantará la prohibición a la importación de hámsteres a mediados de enero, casi un año después de que más de 2.000 de los roedores fueran sacrificados debido a un grupo de casos de COVID-19 rastreados hasta una tienda de mascotas en el centro financiero a principios de 2022.
Según su última evaluación de riesgos, el Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación de la ciudad (AFCD) dijo el jueves que podrían levantarse las restricciones a la importación comercial de hámsters.
El gobierno tiene como objetivo «reanudar las importaciones comerciales de hámsteres a mediados de enero», dijo en un comunicado a Reuters.
Los hámsters deben someterse a una prueba de COVID-19 antes de que puedan venderse, dijo la AFCD. «Si el resultado de la prueba es positivo, el animal debe ser puesto en cuarentena… hasta que el resultado de la prueba sea satisfactorio».
En enero de 2022, Hong Kong ordenó el sacrificio de un hámster en medio de un brote de casos de la variante Delta en humanos que se remonta a un trabajador de una tienda de mascotas en la región administrativa especial de China. La medida indignó a los amantes de los animales y a muchos residentes locales.
Cientos de animales pequeños, incluidas chinchillas y conejos en el centro controlado por China, también fueron examinados para detectar el coronavirus, y 11 hámsteres dieron positivo.
La represión de roedores de mascotas de Hong Kong se hizo eco del enfoque de tolerancia cero del continente con respecto al COVID-19. La antigua colonia británica comenzó a cambiar su enfoque, deshaciendo gradualmente las estrictas reglas de coronavirus desde mediados del año pasado.
China anunció en diciembre que eliminaría la mayoría de sus restricciones de COVID.
Little Boss, la compañía operadora propietaria de la tienda de mascotas en el centro de la matanza de hámsteres de Hong Kong el año pasado, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Un comerciante de una de las tiendas de Little Boss en el distrito de Kowloon de la ciudad dijo que estaba feliz de que los hámsters regresaran. Antes de la prohibición, los hámsteres representaban alrededor del 20% de los ingresos de la tienda.
«Hay alrededor de una docena de personas, principalmente niños, que ya están en lista de espera para comprar los hámsteres en nuestra tienda», dijo el comerciante, que se negó a dar su nombre.
(Reporte de Farah Master, Angel Woo y Jessie Pang; editado por Gareth Jones)
