A partir del próximo lunes 15 de julio, Colombia dará un paso significativo en la mejora de las condiciones laborales con la entrada en vigor de la segunda fase de la reducción progresiva de la jornada laboral. Esta iniciativa se enmarca en la Ley 1201 del 2021, cuyo objetivo es disminuir gradualmente el máximo de horas de trabajo semanales, buscando un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores.
Hasta la fecha, la jornada laboral máxima permitida era de 48 horas semanales. El año pasado, se redujo a 47 horas como parte del primer avance. A partir del próximo lunes, la jornada laboral se reducirá a 46 horas semanales. Este proceso de reducción continuará de manera progresiva:
- 15 de julio de 2025: Se reducirán dos horas adicionales, quedando en 44 horas semanales.
- 15 de julio de 2026: Se alcanzará el objetivo final de 42 horas semanales.
José Cárdenas, exmagistrado auxiliar de la Sala Laboral de la Corte Suprema, explicó en una entrevista con Mañanas Blu los detalles y el impacto de esta reducción.
Cárdenas enfatizó que esta medida no implicará una reducción salarial para los trabajadores que ganen el salario mínimo legal, ya que la jornada máxima legal está directamente vinculada a este salario base. Los empleadores tendrán la flexibilidad de decidir cómo implementar la reducción de horas de trabajo. Podrán distribuirlas a lo largo de la semana o permitir a los trabajadores salir más temprano en días específicos, siempre y cuando la semana laboral no exceda las 46 horas.
Cualquier tiempo de trabajo adicional deberá ser compensado con el pago de horas extras, conforme a lo establecido por la ley. Los empleadores pueden ajustar internamente las jornadas de trabajo según las necesidades operativas de la empresa, sin afectar el salario de los empleados. «Eso depende de las necesidades de la empresa”, mencionó Cárdenas.
La implementación de esta reducción puede incluir la adopción de turnos rotativos o la flexibilización de horarios, adaptados a las exigencias del negocio sin alterar la compensación económica de los trabajadores. Esta medida no solo busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sino también incrementar la productividad y la satisfacción laboral.
Con esta reducción progresiva de la jornada laboral, Colombia se une a la tendencia global de buscar un balance más saludable entre la vida laboral y personal, promoviendo un entorno de trabajo más eficiente y productivo.
