La Policía Nacional, a través de las inspecciones que realiza en las áreas marítimas de los puertos, descubrió un intento desesperado por enviar clorhidrato de cocaína al exterior. Cuerdas de hasta 20 metros de longitud y cadenas con ganchos se desprendían del calado de un buque de carga hasta los manglares. En la punta de los lazos iba asegurado un cofre metálico que escondían el alcaloide.
Los narcotraficantes pretendían que cuando las embarcación emprendiera la marcha, tirara de las cuerdas y la caja con cocaína, y la llevaran por el océano hasta un punto específico donde sería recogida.
En las costas del Puerto de Buenaventura, unidades antinarcóticos de la Policía Nacional detectaron una caja, recubierta de lama marina y vegetación, por lo que inicialmente pensaron que sería basura que flotaba en las aguas; sin embargo, trasladaron el cofre hasta la base para realizar la inspección detallada y con ayuda de taladros lograron abrirlo. Así descubrieron que el misterioso compartimento escondía cocaína, que iba a ser halada por una embarcación que zarparía en los próximos días con destino al Puerto de Manzanillo en México.
El pesaje arrojó 53 kilogramos del estupefaciente, envueltos en plástico y sellados al vacio para evitar el contacto con el agua. Las investigaciones continúan, para dar con el paradero de los delincuentes que amarran los ‘narco-cofres’ a los buques.
Fuente: HSB
