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La máxima autoridad ambiental dejo entrever que la presencia de la especie en las playas es común en los primeros meses del año, debido a los vientos fuertes y las corrientes en dirección este y noreste, lo que favorece su desplazamiento.
Así mismo dio a conocer que por su alta toxicidad y naturaleza urticante, esta especie se considera peligrosa para el ser humano, ya que su picadura es dolorosa y puede producir diversos síntomas como sensación de quemadura extrema en la piel, taquicardia, náuseas, mareos, espasmos en las extremidades, dolor de cabeza o articular, alteraciones del pulso o de la presión sanguínea, hinchazón y en casos extremos podría generar un colapso cardiorrespiratorio.
Por lo anterior recomienda que en caso de verlos flotando en la superficie del mar, deben alejarse de ellos ya que sus tentáculos pueden alcanzar hasta 10 metros de longitud y están cargados de nematocistos que son cápsulas con veneno que utilizan para capturar a sus presas.
Esta especie, aunque suele llamársele medusa, en realidad es un hidrozoo, es decir, una colonia de pólipos flotantes conformada por organismos coloniales cada uno subespecializado para mantener viva la colonia; se compone principalmente de una vela gelatinosa que se encarga del desplazamiento al ser impulsada por el viento.
Es importante conocer que la fragata portuguesa es importante en la cadena alimenticia marina, siendo parte de la dieta de especies como las tortugas caguama y carey, la babosa de mar, el caracol violeta y del pez luna. Además, ofrece refugio y protección a diferentes especies de peces que son resistentes a sus toxinas