El Gobierno de Alberto Fernández intenta llegar a un acuerdo con sus acreedores por 66.000 millones de dólares.
El Ministerio de Economía de Argentina volvió a prorrogar este lunes el plazo para alcanzar un acuerdo con sus acreedores y renegociar la deuda por 66.300 millones de dólares emitidos bajo legislación extranjera. La nueva fecha límite pasó del 2 al 12 de junio próximo. Mientras tanto, el Gobierno de Alberto Fernández «continúa recibiendo opiniones y sugerencias de los inversores».
Sin embargo, luego del rechazo a la propuesta argentina por parte de tres de los principales acreedores, el ministro de Hacienda, Martín Guzmán, aseguró que «el margen que queda para enmendar la oferta es escaso».
La Casa Rosada pone el foco de la discusión en preservar la «sostenibilidad de la deuda», a la que, tanto las autoridades del país como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han considerado «impagable» en los términos originales, firmados bajo el Gobierno del expresidente Mauricio Macri.
Por eso, Argentina propone iniciar los pagos pendientes en 2023, con una quita del 62 % de los intereses y una reducción de 3.600 millones de dólares en stock de capital. Tras no alcanzar un acuerdo con una parte importante de los tenedores de bonos, Guzmán analiza en estos días la posibilidad de introducir «ajustes adicionales» a su propuesta inicial, «con el objetivo de maximizar el apoyo de los inversores«.
La extensión del plazo anunciada por Argentina, a la vez que evita la concreción de un temido y anunciado ‘default’, deja abierta la posibilidad de llegar a un entendimiento.
«Las partes se siguen acercando, aunque sigue faltando una distancia importante por recorrer. Es necesario poder recorrer esa distancia. No estaría bien apurarse para cerrar algo que no le sirva a Argentina», dijo Guzmán el lunes.
Respaldo del FMI y optimismo en los mercados
En la misma jornada, el FMI emitió un «comunicado técnico» en el que consideró «consistente» la propuesta argentina de reestructuración de la deuda con los bonistas. Y advirtió que existe «solo un margen limitado» para pagarle más a los acreedores privados.
El personal técnico del FMI publica un análisis de la propuesta revisada de reestructuración de la deuda de las autoridades argentinas como parte de la asistencia técnica en curso. Lea el comunicado: https://t.co/JS75PojlE5#Argentina
— FMI (@FMInoticias) June 1, 2020
En Argentina, las novedades del 1 de junio fueron consideradas buenas señales. Hay una visión mucho más optimista sobre la posibilidad de un acercamiento entre las partes. Y la sensación es que el Gobierno peronista está haciendo todo lo que está a su alcance para evitar el default.
En Wall Street, sin embargo, se han abierto algunos paraguas ante la posibilidad de un nuevo incumplimiento, luego de que Argentina recayera el pasado 22 de mayo en lo que se considera un ‘default virtual’, al no abonar vencimientos por 500 millones de dólares en intereses de deuda.
El Comité internacional que determina la suerte de los credit default swaps (CDS, por sus siglas en inglés), es decir, seguros contra impagos, decidió activar las retribuciones aseguradas por los bonos en discusión, en caso de cesación de pagos. Más allá de ello, el hecho concreto no modifica la situación de Argentina, ya que se trata de un acuerdo entre privados.
Por lo pronto, las acciones argentinas en Nueva York treparon en torno al 16 % en los últimos dos días, mientras que en Buenos Aires, las subas llegaron al 9 %.
De cara a un nuevo vencimiento del plazo para las negociaciones, el optimismo en los mercados aumenta. Habrá que ver si alcanza el tiempo para alcanzar un acuerdo definitivo.
Emmanuel Gentile
