Cuando supe que Didier Drogba vendría a Colombia, sentí una emoción enorme. Yo estuve con él en diciembre cuando viajamos a otro país a recibir un premio a nombre de la Cancillería. Nos dijo que vendría a visitarnos y hoy me emociona saber que está cumpliendo su promesa.
Quisiera aprovechar para contarles lo que significó mi encuentro con el futbolista y, cómo él y las otras personas que me han inspirado, han contribuido para cambiar mi vida.
Antes de participar en mi primer intercambio con la Cancillería en 2012, llevaba un año de entrenamiento en mi deporte que es levantamiento de pesas. En ese entonces lo practicaba por ‘hobbie’ porque mis amigos del barrio entrenaban también, pero no me veía en un futuro llegando al alto rendimiento.
Entonces, se me presentó la oportunidad de participar en un intercambio de Diplomacia Deportiva en el año 2012. Me llevaron a Londres para los Juegos Olímpicos junto a otros jóvenes. Al principio era difícil de creer que un joven de Buenaventura estuviera viajando a una ciudad tan importante como Londres y estar en un evento de tan alto nivel como lo son los Juegos Olímpicos; parecía un cuento de hadas y ocho jóvenes bonaverenses éramos los protagonistas.
Gracias a esta experiencia olímpica estando rodeados de atletas de tan alto nivel y recibir consejos de medallistas olímpicos como Rigoberto Urán que me dijo: “trabaja duro que los sueños sí se cumplen con perseverancia”. Estas palabras me dejaron marcado y me ayudaron a esforzarme más por cumplir mis metas.
Después de que regresé de Londres, a pesar de que yo era muy cumplido con mis entrenos, los hacía porque los amigos de mi barrio entrenaban también, yo no planeaba llegar lejos.
Al poco tiempo ninguno de ellos volvieron, hasta el punto que yo tenía que ir a buscar al entrenador para pedirle las llaves del gimnasio y entrenar solo.
Fueron momentos en los que pensé desistir, pero recordaba la experiencia en Londres y los consejos que me dieron para seguir entrenando hasta convertirme primero en Campeón Nacional Juvenil, luego fui líder del Panamericano Sub 20, después campeón Mundial Sub 20 de levantamiento de pesas, Sub 23 y de los Juegos Nacionales con récord nacional de mayores con tan solo 19 años.
Ahora sueño con llegar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Gracias a ese esfuerzo y dedicación que he tenido hoy soy campeón mundial juvenil porque esa experiencia que viví en el intercambio hizo que yo me planteara unos objetivos altos y trabajara duro para lograrlos.
Pero la historia no termina allí. El 23 de noviembre del 2017 recibí una llamada de la Cancillería donde me dicen que hay una entrega de premios por la organización Peace and Sport y Colombia estaba nominada por la iniciativa Diplomacia Cultural y Deportiva y que yo había sido elegido para ir como representante de esa iniciativa.
Luego viajamos a Mónaco, la mejor ciudad en la que he estado, nos llegó la noticia de que Didier Drogba quería conocernos.
Esa fue sin duda una de las mejores noticias que me han dado. Que uno de los mejores futbolistas de la historia, jugador de un equipo tan grande como el Chelsea, nos quería conocer.
La mejor parte fue cuando llegó. Es una persona con una personalidad impecable, muy amable, muy abierto con nosotros, parecía un colombiano más, con esa alegría y ese carisma que tiene.
Luego de hablar un rato le empezamos a enseñar a bailar salsa choke, algo que aprendió súper rápido, luego me tomé una foto con esa leyenda del fútbol a la que titulé: “La mejor foto de todas”, en unos de los mejores días de mi vida conociendo a Didier Drogba.
(*) Lesman Paredes, pesista colombiano. / El Pais
