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Cali, en un encierro que deja sus lecciones y retos en sus habitantes – Cali – Colombia

por Redacción BL
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Cali, en un encierro que deja sus lecciones y retos en sus habitantes - Cali - Colombia

En un mes, Cali se volvió otra ciudad. En sus vías se han visto mucho menos de los 454.389 vehículos particulares que la cruzan a diario.

El centro no ha tenido ese agite de dìas de Semana Santa o celebraciòn del Dìa d ela Madre.Los mensajes en motocicleta o bicicleta son los que corren con los pedidos.

No se ha visto el crtuce de feligreses, algunos con rosarios o medallitas en sus manos hacia las parroquias. Ni los paseos de olla al río Pance.  

El lunes podrían volver un as 800.000 personas a sus trabajos, pero muchos se presignan ante la pregunta de si todavía es la hora en una ciudad con 50 muertes y cerca de los mil contagiados.

El arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, dice que la solidaridad es la única verdad moral que salvará la humanidad en esta “corona de Cristo, verdadera Pasión del mundo”.

No es domingo de fútbol o Pance. Tampoco hay días de pasajeros en bus del MIO, taxi, carro pirata o motorratón. No hay desbandada a oficinas, almacenes o rebusque. Solo filas en bancos o supermercados. 

También los sobresaltos de algún atraco de restauante, supermercado o vivienda. Y los cobros de los ‘gota gota’.

La Catedral de San Pedro no tendrá la romería de Semana Santa. Iglesia Católica invita a compartir el Domingo de Ramos rodeados de mensajes en casa.

La llamada Sucursal del cielo, reconocida como un distrito especial, deportivo, cultural, turístico y empresarial, es la tercera ciudad más poblada de Colombia.

Actualmente, Cali cuenta con más de 2,8 millones de habitantes, que son amantes desde la salsa al reguetòn o el choke, de los cumpleaños, las salidas familiares a tomar cholados o pasear al río Pance o hasta el vecino Jamundì, las salidas a San Antonio, los recorridos por centros comerciales, entre otros planes que la comunidad  ha disfrutado.

Santiago de Cali, como cualquier ciudad grande del país, también vive de congestión vehicular en sus horas pico, aglomeración de personas en el transporte público y el centro lleno de muchos comercios.

Sin embargo, esta capital ha tomado un cambio drástico en sus calles, esos lugares donde solían frecuentar los caleños se encuentran vacíos, volviéndose prohibidos según el decreto del gobierno. La alegría de la gente cambió por el pánico de una pandemia, se teme salir a las calles.

En la cuarentena, la gente ha extrañado el caos y desorden que se acelera cuando llegan los fines de semana. Pero la pregunta es si debe volver a tomar esas carreras que le marcan como la capital de màs contagiados, despuès de Bogotá.

Cuarentena en Cali

Calles de Cali vacías por el cumplimiento de la cuarentena que decretó el Gobierno

Se percibe un silencio en las calles de la ciudad, los ruidos de afuera son mínimos a diferencia del mes pasado.

Los sonidos frecuentes que los caleños escuchan desde sus casas son: el helicóptero que ronda la ciudad en las noches con una voz femenina que comparte un mensaje para que la comunidad evite salir y se cuide de esta crisis sanitaria; los pocos autos y motos que salen; el camión de la basura que pasa en las noches y en algunos barrios de la ciudad, pasa un auto que anuncia el llamado que hace la Secretaria de Salud, Miyerlandi Torres para cuidar a los adultos mayores.

La famosa calle quinta, es quizás la vía más tradicional y emblemática de Cali en ámbitos históricos, culturales, y económicos; atraviesa la ciudad en sentido Noroccidente – Sur, a sus costados se encuentran ubicados algunos de los barrios tradicionales de la ciudad como son: El barrio San Antonio, el barrio San Fernando y el barrio San Bosco.

Esta calle es una de las troncales que conforman el sistema integrado de transporte masivo de Cali, y en la cual se ve mayor movimiento vehicular.

Ahora, en las estaciones del sistema de transporte masivo ‘Mio’, hay poca gente mantendrá su cobertura, con algunas restricciones para quienes cumplen con las excepciones del decreto.

Como medida durante el aislamiento preventivo obligatorio nacional, en el sistema Mio continuarán suspendidas las rutas que atienden sitios recreativos y de esparcimiento como: Pance, La Vorágine, Comfenalco Valle del Lili, entre otras. En días hábiles, el Masivo iniciará operación a las 5:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche.

Cuarentena en Cali

En los buses del sistema masivo MIO solo debe ir la mitad de los pasajeros.

Foto:

Santiago Saldarriaga

En cuanto al sistema de transporte como el taxi, Andrés Camacho dijo: «Somos más de 30.000 taxistas, y estamos circulando muy pocos en las calles de Cali. De hecho, hay patrones que rebajaron la entrega diaria, pero sigue siendo duro levantar clientes para sumar 60, 70 u 80.000 pesos».

«En 14 años al volante del ‘amarillito’, la mayor parte del tiempo de noche, nunca vi la ciudad tan silenciosa y acorralada. Se refugia más del 85 por ciento de la gente y la que sale es por trabajo o por una cita médica. Los negocios nocturnos están cerrados o atienden por un huequito».

«Desde hace siete años tengo esposa y ella me dice que no salga más, pero debo atender obligaciones que no dan espera. Ahora, uso tapabocas, guantes y antibacterial. La idea es defenderme con dos aplicaciones virtuales, pero hay pocos llamados y toca escoger entre unos pocos pasajeros en calle» anotó Camacho.

Cuarentena en Cali

Andrés Camacho, de 33 años, lleva 14 en un taxi. Su testimonio refleja una de esas tareas peligrosas de hoy.

Cali amanece con las calles desoladas, solo algunos trabajadores, como ‘escobitas’ de empresas operadoras, domiciliarios, personal de salud, vigilantes, policías, quienes salen al supermercado, farmacia o pasear a sus mascotas, entre otras pocas personas.

Diego Andrés Guerrero, quien barre las calles en el sur de la ciudad mencionó que si cuenta con lo necesario para protegerse en la calle, pero existe el miedo, “estamos muy expuestos a esta enfermedad”.

Aquellos centros comerciales que solían recorrer miles de habitantes de Cali, cerraron sus puertas; únicamente hay filas largas de personas con un metro de distancia para hacer sus diligencias en el banco.

En el centro de Cali, es donde más ha impactado el silencio, en estos días han callado sus calles desordenadas, los gritos de la gente, los vendedores ambulantes, la aglomeración de personas caminando y muchos comercios.

Al pasar por el barrio el Calvario impresiona ver la ausencia de alguno de los habitantes de calle, pues entre los casi 3.500, algunos están siendo auxiliados y refugiados por la fundación Samaritanos de la Calle, otros cuentan con el apoyo y compañía de sus voluntarios.

Cuarentena en Cali

Voluntarios apoyan la entrega de alimentos en la fundación Samaritanos de la Calle.

No se ven en las tardes, los abuelos o los cuarenta o treintañeros viendo pasar la brisa o echando cartas, en algún barrio.

En las casas hay desde la paciencia y optimismo hasta desconcierto e incredullidad.
La poeta Doly Enríquez habla de “la realidad de mujeres que sufren el encierro con su agresor”.

Para el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, del aislamiento no se puede tirar lo ganado en prevención, teletrabajo, telestudio, movilidad, vidas y aire.

La gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, destaca la fortaleza ciudadana.

Los gremios también se unieron y dicen: #juntossaldremos adelante.

La tarea frente a ese fantasma que es el virus sigue, pero la ciudad ya mostró otras caras.

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