Un ciudadano chileno de 41 años, propietario de un reconocido restaurante en Cali, ha sido capturado con fines de extradición. El hombre estaba siendo buscado con una circular roja de Interpol por el delito de abuso sexual a menor de 14 años. La orden de captura fue emitida por el tribunal de juicio oral en lo penal de Valparaíso, Chile.
Según la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN), entre los años 2006 y 2012, el hombre habría abusado sexualmente de su hija menor de edad en reiteradas ocasiones, comenzando cuando la niña tenía solo 7 años y continuando hasta los 12 años. Los abusos ocurrieron tanto en Valparaíso, Chile, como en Buenos Aires, Argentina. El hombre se aprovechó de su estado de indefensión y de su rol como figura paterna para cometer estos crímenes atroces.
El coronel Edwin Urrego, director de la DIJIN Interpol, señaló que el análisis de información realizado por un equipo de investigadores destacados desde Bogotá permitió establecer que este individuo llevaba seis años residiendo en Colombia. Durante este tiempo, había establecido un reconocido restaurante en el barrio San Antonio, una zona turística popular del oeste de Cali.
El capturado ha sido puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación a través de la Dirección de Asuntos Internacionales. Actualmente, se está adelantando su proceso de extradición hacia Chile, donde deberá enfrentar las acusaciones por sus crímenes.
Esta captura subraya la efectividad de la cooperación internacional en la persecución de delincuentes que intentan evadir la justicia al cruzar fronteras. La colaboración entre las autoridades colombianas y la Interpol ha sido crucial para localizar y detener a este individuo, asegurando que enfrente las consecuencias de sus acciones y brindando un sentido de justicia a las víctimas y sus familias.
La noticia ha causado conmoción en la comunidad de Cali, especialmente entre los clientes y empleados del restaurante. La revelación de los crímenes del propietario ha generado una mezcla de sorpresa e indignación. Este caso destaca la importancia de la vigilancia y la colaboración internacional para garantizar que los criminales no encuentren refugio en ningún país.
La captura de este ciudadano chileno en Cali es un recordatorio de que la justicia no tiene fronteras. Gracias a la labor de la DIJIN y la cooperación internacional, se ha dado un paso importante hacia la justicia para la víctima de estos graves delitos. Se espera que el proceso de extradición avance rápidamente, permitiendo que el acusado enfrente el juicio y, de ser hallado culpable, cumpla la sentencia correspondiente en Chile.
