Las fuerzas militares y policiales de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) suspendieron las ofensivas este jueves, como fase inicial de un cese del fuego bilateral pactado para iniciar el 3 de agosto hasta el 29 de enero del próximo año.
El miércoles, el presidente colombiano, Gustavo Petro, promulgó un decreto suspendiendo las acciones ofensivas contra la guerrilla a partir del jueves, en el marco del proceso de paz que adelanta con el ELN.
El cese del fuego bilateral «podrá ser prorrogado valoración previa de la mesa de enero de diálogos de paz», dice el decreto, que también señala que desde el 3 de agosto hasta el 29 de se prohiben acciones contra lo establecido en el protocolo de acciones específicas acordado entre las partes, como entrar en contacto armado, obstaculizar las labores del mecanismo de verificación, impedir la atención de enfermos o heridos, entre otras.
Por su parte, el Comando Central (CoCe) del ELN seguramente el lunes cesar las acciones ofensivas Contra la Fuerza Pública.
En esta fase, denominada «alistamiento», se espera que las partes disminuyan sus acciones violentas y se preparen para la implementación plena del cese al fuego. Se espera que entre el jueves y el 3 de agosto finalice la suscripción de los protocolos para definir el monitoreo y la verificación del alto al fuego bilateral que, en un comienzo, regiría por seis meses.
No obstante, las acciones iniciaron en medio de incertidumbre por el secuestro de la sargento Ghislaine Karina Ramírezjunto a sus dos hijos de 6 y 8 años, por parte del ELN el lunes, según publicado el Ejército Nacional, además de una escalada de acciones violentas en Cúcuta y Arauca, y el asesinato de tres policías en Tibú y El Zulia.
El jueves, la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, rechazó el secuestro de Ramírez y exigió «la libertad inmediata del sargento y sus hijos».
Por su parte, la Iglesia Católica en Colombia dijo que acompañará y hará monitoreo del proceso de cesación al fuego, según informado el tiempo. Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal Colombiana para las relaciones entre la Iglesia y el Estado, dijo que esperan que «el cese al fuego tenga un impacto muy grande en la vida de todas las comunidades».
El cese del fuego bilateral fue anunciado por delegaciones del Gobierno y la guerrilla el 9 de junio, en La Habana, Cuba, durante el tercer ciclo de las mesas de negociación entre las partes, las cuales se retomaron en noviembre del año pasado.
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