Fotografías en las que miembros de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional posan junto a menores en un parque han generado rechazo en Colombia dado el riesgo que siguen corriendo los niños de ser víctimas del reclutamiento forzado por parte de grupos armados.
La estatal Defensoría del Pueblo mostró el martes en un comunicado que aproximadamente una década de guerrilleros del ELN llegaron el fin de semana pasado a un parque de la zona rural del municipio de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, y se tomaron fotografías junto a niños y niñas.
Las fotos que circulan en medios locales muestran a hombres y mujeres vestidos de camuflaje o con ropa negra y las caras cubiertas con una pañoleta de color rojo y negro con las siglas ELN. Algunos de ellos muestran un fusil y están al lado de seis menores, uno de los cuales sostiene un palo simulando la forma de un arma.
ELN adelanta negociaciones de paz con el gobierno desde noviembre del año pasado tras la llegada al poder de Gustavo Petro, el primer presidente izquierdista en la historia del país. Se trata del sexto intento de diálogo que hace la guerrilla desde que su creación en 1964, originalmente bajo la inspiración de la revolución cubana y la teología de la liberación.
Los niños en Colombia corren el riesgo de ser víctimas de reclutamiento forzado por parte de múltiples grupos armados. La violencia no cesó sino que se reconfiguró tras la firma del histórico acuerdo de paz en 2016 entre el Estado y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la que fuera la guerrilla más antigua de Latinoamérica.
Al menos 542 menores de edad fueron reclutados forzosamente entre 2016 y el 2022, principalmente por el ELN, el cártel Clan del Golfo y grupos disidentes de las FARC, según el Mecanismo de Supervisión de Riesgos del Sistema Integral para la Paz del Tribunal de Paz que nació fruto del acuerdo con las extintas FARC.
La víspera la senadora María Fernanda Cabal, del opositor Centro Democrático, cuestionó en Twitter que Petro continúa insistiendo en buscar la paz con el ELN luego de que “usan niños y se pasean como autoridad por el departamento” de Norte de Santander. Petro defendió en la misma red social la negociación de paz asegurando que no quiere que el país continúe en la violencia.
La Defensoría del Pueblo, encargada de velar por los derechos humanos en el país, advirtió que la presencia del ELN en Tibú evidencia la “facilidad y el control social” que ejerce en la zona y “normaliza su presencia e invita tácitamente” a los menores a pertenecer al grupo armado.
El del ELN no ha sido el único episodio que involucra a menores. En febrero personas armadas con brazaletes del “Estado Mayor Central”, una de las disidencias de las FARC, entraron en una escuela en la zona rural de Yarumal, en Antioquia, y entregaron regalos e hicieron actividades lúdicas. Días después el gobierno y la disidencia pactaron los protocolos de un cese del fuego que prohibía el tránsito o permanencia de los armados cerca de la población.
Recientes acciones del ELN, que incluyen un ataque con explosivos en el que aparecieron nueve militares, han presionado la presión desde el gobierno para alcanzar un cese del fuego bilateral que también protege a la población.
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