Cerca de tres semanas han transcurrido desde que se decretó el aislamiento preventivo obligatorio en Colombia, sin lugar a dudas, la medida más efectiva para reducir el riesgo de contagio y la propagación del covid-19. Sin embargo, una medida de esta naturaleza, pese a su infinidad de virtudes, trae consigo retos no menores para las familias colombianas, especialmente las más vulnerables.
Por tal razón, además de adelantar un poderoso arsenal de iniciativas en materia de salud y prevención, el Gobierno del Presidente Iván Duque ha desarrollado, de manera paralela, un amplio conjunto de medidas que les ayudan a las familias a hacerle frente al choque de ingresos que la emergencia representa para muchas de ellas.
Desde las carteras de vivienda y agua estamos implementando varias medidas en este frente. Empecemos por el sector de agua potable y saneamiento básico. Entendiendo que para muchas familias es difícil honrar sus obligaciones en esta coyuntura, flexibilizamos el pago de los servicios de acueducto, alcantarillado, aseo y energía eléctrica para los estratos 1 y 2 durante 60 días desde que se decretó la emergencia.
El consumo facturado en ese periodo se podrá diferir en 36 meses sin penalidad y a una tasa de interés del 0%. A esta iniciativa se suma el congelamiento de las tarifas de agua en todo el territorio nacional, pensando también en aliviar las presiones sobre el ingreso de las familias.
Obligaciones hipotecarias
Así mismo, en materia de vivienda hemos diseñado varias medidas en esa dirección. El Gobierno del Presidente Iván Duque anunció que aquellas familias que como consecuencia del aislamiento no pueden cumplir con el pago de sus obligaciones financieras, pueden acogerse a una refinanciación de su deuda, sin generar un reporte en las centrales de riesgo.
En poco más de 15 días, más de 300 mil familias colombianas se han acogido a periodos de gracia en sus créditos de vivienda y leasing habitacional. Esto es cerca del 23% del total de créditos en esta modalidad.
Si todos aportamos en la medida de nuestras posibilidades podremos superar juntos este desafío.
Dicha medida es un alivio económico importante para las familias que, además, no afecta su historial crediticio y protege su activo más importante: la vivienda. La otra buena noticia es que los beneficiarios de las coberturas a la tasa de interés que otorga el Gobierno Nacional no perderán su beneficio si se acogen a esta medida de renegociación.
Ahora bien, en materia de arrendamiento lanzamos medidas que favorecen los acuerdos privados entre arrendadores y arrendatarios, y un gran porcentaje de contratos han llegado a acuerdos de pago flexibles que protegen los ingresos tanto de las familias que viven en arriendo como de las familias que viven de ese arriendo. La premisa central es que las familias puedan quedarse en sus viviendas cumpliendo responsablemente el aislamiento preventivo obligatorio.
(Además: 36,59% de hogares en Colombia tienen déficit habitacional).
Por supuesto, invitamos a aquellos hogares que pueden seguir pagando sus obligaciones a que lo sigan haciendo oportunamente. La solidaridad nos permitirá salir adelante. Si todos aportamos en la medida de nuestras posibilidades podremos superar juntos este desafío.
En suma, tenemos un conjunto de medidas que buscan no solo que las familias puedan estar en sus casas durante la emergencia y puedan llevar a cabo los protocolos de prevención e higiene que exige esta pandemia, sino que reducen el impacto económico sobre las familias colombianas, especialmente las más vulnerables.
Porque proteger a los colombianos no es solo cuidar su salud, es ayudarles a afrontar esta coyuntura de la mejor manera posible, reduciendo el impacto sobre sus ingresos y ayudando a las familias que más lo necesitan.
JONATHAN MALAGÓN*
Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio
