El puerto de Tribugá, en Nuquí, Chocó, de cuya construcción se habla desde la década del 90 y que tanto recelo despierta entre los vallecaucanos, volvió a tomar impulso con la instalación de una mesa técnica para avanzar en su viabilidad. Además, está contemplado en el Plan Nacional de Desarrollo.
“Como Bancada lo vamos a plantear, no hemos terminado con el desarrollo portuario de Buenaventura, ni resuelto sus problemas sociales, y ya van a crear otro problema social”, dijo el senador vallecaucano Alexander López, quien preside el Bloque Regional de Congresistas.
Para el senador López, Tribugá destruirá unos de los ecosistemas más importantes del mundo. Advirtió sobre las 54.433 hectáreas de fondos blandos para camarones y peces de aguas profundas; 1.525 hectáreas de hábitat y refugio de ballenas y peces; 971,8 hectáreas de playas de anidación de tortugas; 4.330 hectáreas para la congregación de pargos y meros. Además, de las siete especies de manglares distribuidos en 2.700 hectáreas.
“Es preocupante que se priorice la inversión para la construcción de infraestructura de un nuevo puerto en el Pacífico sobre la inversión social en Buenaventura, una ciudad con altísimos índices de pobreza, 64 por ciento en población urbana y 91 por ciento en población rural”, dijo la congresista vallecaucana, Catalina Ortiz, a raíz de una reunión entre la ministra de Transporte, Angela María Orozco, la Agencia Nacional de Infraestructura y varios congresistas, entre quienes se encontraba el senador Álvaro Uribe, y donde se apoyó Tribugá, un puerto de aguas profundas.
El Valle también ha querido un puerto de aguas profundas, lo proyectó en Bahía Málaga, pero un estudio de la Universidad de Cadiz, del 2010, acabó son esa aspiración. Lo declaró inviable por todo el impacto que tendría sobre el ecosistema, pero dejó abierta la posibilidad de que ese puerto se hiciera un poco más al norte del Litoral Pacífico.
“Acabaría con el 50 por ciento del manglar de esa zona del Chocó, aproximadamente 916 hectáreas de las 2.000 existentes se perderían con la construcción de un puerto de aguas profundas”, señaló la congresista Ortiz, quien además, argumentó que con la llegada de barcos de gran tamaño se pondría en riesgo la pesca artesanal que emplea y da sustento a las comunidades ancestrales de la región.
Para construir este puerto, que estaría en Nuquí, zona donde llegan las ballenas jorobadas, al igual que en Bahía Málaga, se aprovecharían los cauces de los ríos Atrato y Truandó. Tendría 165 kilómetros de longitud y por el navegarían buques de gran calado. Contempla además, la construcción de 128 kilómetros nuevos de vías en medio de la selva.
La construcción de este puerto es impulsada por los departamentos de Quindío, Risaralda, Caldas y Chocó, cuyos gobernadores estuvieron en la reunión la ministra de Transporte.Se estima que hacer Tribugá demandará una inversión de 5,0 billones de pesos.
“Tenemos el puerto de Buenaventura. En total son cinco puertos los que allí operan y son subutilizados. El desarrollo portuario no ha terminado, falta concluir la parte vial. Es una irresponsabilidad del Gobierno complacer a ciertos empresarios”, dijo el presidente del Bloque Regional de Congresistas.
Ni la dirigencia empresarial del Valle, ni la institucional, se han pronunciado sobre el nuevo impulso que tomó el proyecto de Tribugá.
Fuente: El Tiempo.
