A continuación compartimos el artículo del docente Carlos Alberto Marte Grullón M, A.
En nuestra época moderna, no tenemos formas de controlar el flujo de materiales noticiosos, debido a que hasta desde celulares nos bombardean cientos de comentarios, noticias y opiniones, en la mayoría de los casos de fuentes desconocidas.
Los gobiernos y las autoridades en materia de información, deben crear frecuencias de televisión, frecuencias de radios y portales en redes para que los ciudadanos interesados en buscar las informaciones reales recurran a dicho medios de comunicación. Una sociedad mal informada es un caos total, en el momento presente requiere atención especial, exige responsabilidad de los gobiernos y la sociedad.
No sería lo mismo informarse en las fuentes oficiales que estar viendo o leyendo informaciones falsas, sobre todo en una sociedad que todo lo toman a cherchas y a relajo. Son cientos los comentarios noticiosos que desde las primeras horas de la mañana por la principal red social whatsapp leemos, que las mismas en vez de orientar a los ciudadanos lo que hacen es desorientar a la población dominicana.
Queremos apuntalar que son cuantiosos los beneficios que las tecnologías han aportado a la humanidad, y que gracias a ellas podemos documentarnos, informarnos, conectarnos, no solo en nuestro país, sino en todo el mundo.
Hemos podido ver en los últimos días como los diferentes programas noticiosos que son televisados, han tenido que transmitirlo desde sus casas, gracias al uso efectivo de las tecnologías. Es momento preciso para que pensemos un poco más allá de cómo viviremos en los próximos días, evitar el contacto humano y desarrollar nuestras labores sin dificultades, gracias al modernismo que hoy día vive el mundo conectado las 24/7, y que ya lo podemos ver como una aldea.
Si bien es cierto que las tecnologías han conectado al mundo de los negocios, también es cierto que ha evolucionado en la enseñanza- aprendizaje sobre todo en la educación superior. Cito el caso más palpable que ha vivido el país con la Universidad Abierta para Adultos UAPA, que, en sus inicios en el 1995 en Santiago, pocos creyeron que esta modalidad educativa no iba a prosperar, sin embargo, a lo largo de estos 25 años, hemos demostrado la eficiencia y la eficacia que ha sido la tecnología, herramienta fundamental que usamos para impartir docencia de manera virtual.
Hoy día la universidad Abierta para Adultos (UAPA), tiene 3 recintos, uno en Santiago, uno en santo domingo este y otro en el Cibao oriental Nagua, y que la misma ha graduado más de 25,000 y tiene una matrícula que supera los 20,000 participantes, estos datos confirman que realmente es la universidad líder en el uso de la tecnología en la educación superior de todo el país. Me atrevo asegurar que otras instituciones de educación han tenido que consultar con la institución ya mencionada para poder implementar esa misma modalidad, ya que la nueva tendencia de la educación en el mundo es la que usamos actualmente. Educación Superior a Distancia de calidad.
En el caso de la educación, el riesgo de contagio y propagación de Covid-19 entre los alumnos asistentes a un mismo entorno educativo, por lo que resulta arriesgado aglutinar demasiados estudiantes en el mismo espacio cerrado que supone un aula. Antes esta situación de imposibilidad de concentración de alumnos en espacios presenciales, los entornos y tecnologías virtuales aumentan su potencial de desarrollo.
Los entornos y tecnologías virtuales llevan años de crecimiento y desarrollo gracias a términos como el aprendizaje any time, any where o el Learning by doing, pero, antes el riesgo de propagación del covi-19, sus expectativas de desarrollo e implementación como recursos educativos han aumentado considerablemente. Antes esta situación de propagación mundial del covi-19, el principal argumento a favor del crecimiento de estos entornos y tecnologías en el mundo es la innecesidad de que los alumnos estén presentes en espacio reales donde se realiza la acción formativa y la posibilidad de compartir objetivos y modelos virtuales no físicos.
