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El reto más grande de Carlos Queiroz con la Selección Colombia (Opinión)

por Redacción BL
El reto más grande de Carlos Queiroz con la Selección Colombia (Opinión)


Mayo 01, 2020 – 04:40 p. m.
Por:

Manuel Rodríguez – columnista invitado / El País

DirecTV ha estado retransmitiendo algunos de los partidos de los últimos dos Mundiales, y hay que aprovechar. Los Mundiales son distintos. Y son pocos. Es especial volver a disfrutar de la emoción que generan; es otro fútbol. Un fútbol superior. Lo mismo ha hecho Caracol, retransmitiendo los partidos de la selección Colombia en Brasil 2014. Vale la pena verlos, por supuesto, y además, son una oportunidad para repasar lo que era la selección de Pékerman.

Tras el partidazo frente a Uruguay, retransmitido el pasado sábado, en el que muchos gritamos el gol de James de nuevo, por lo menos una cosa quedó clara; una cosa podemos concluir— es inentendible cómo Colombia no se llevó por delante a Brasil en cuartos de final. Cómo — por qué — se quedó corto.

Y tal vez el análisis no pasa por un tema futbolístico. Hay un dato que surgió hace dos años, cuando Colombia cayó eliminada frente a Inglaterra en Rusia, y que vale recordar ahora: desde el 2010, Colombia ha jugado ocho cruces de eliminación directa en torneos importantes. Ha avanzado a la siguiente ronda en solo dos ocasiones. Contra Uruguay en Brasil, y contra Perú por Copa América Centenario 2016, un partido que el equipo de Pekerman sufrió más de la cuenta y resolvió por los penales.

Es decir, el equipo se encoje en momentos decisivos. Esto indica muchas cosas, pero entre esas, fundamentalmente, que a Colombia le falta jerarquía. Ya el tema no es de talento, ni de jugadores, ni de nada más. Es jerarquía. Es saber jugar los partidos duros. Es salir a la cancha para enfrentar a Brasil o a Inglaterra, y creer que se les puede ganar.

Y es que, en retrospectiva, no es cuestión de que era gol o no de Yepes. Es que Colombia regaló los primeros 20 minutos frente a Brasil. Es que salió asustado y se desconcentró en defensa cuando no podía hacerlo, regalándole un gol de tiro de esquina a los locales cuando no se habían jugado ni 10 minutos.

No es cuestión de que Mateus la metió en el palo en el penal contra Inglaterra en Rusia. Es que a Colombia le pasó por encima un equipo jóven y sin experiencia. Colombia salió a defenderse frente a un conjunto inglés al que se le podía ganar, y no hizo absolutamente en 90 minutos antes del gol de Mina.

Incluso la mejor Colombia que hemos visto últimamente, la que arrasó en la fase de grupos de la Copa América Brasil 2019, recién llegado Queiroz, se achicó frente a Chile. Un Chile que hizo ún solo buen partido en todo ese torneo— ese. Fue suficiente una excelente actuación de Arturo Vidal, que es enorme cuando quiere, y hasta ahí llegamos. Eliminados por penales.

Y hay un problema con la jerarquía, y es que no es como la táctica, o el estado físico. No es algo que se puede practicar o mejorar en el entrenamiento. La jerarquía se consigue sólo ganando esos partidos.

Solo a medida que Colombia empiece a sacar a Chile en una semifinal, a ganarle a un grande como Brasil en un Mundial, a jugar bien y a crecerse cuando importa. Es un proceso, un proceso por el que han pasado Brasil, Argentina, y Uruguay. E incluso Chile, si miramos la última década. Y es la razón por la que Colombia tiende a apocarse — salvo contadas excepciones — cuando juega frente a estos equipos.

Se le criticó mucho el “amarretismo” a Pékerman en su momento. Dentro de un periodo de trabajo de ocho años que fue notable en términos generales — aunque, debatiblemente, el equipo involucionó en la segunda etapa del argentino — los mayores puntos negros fueron precisamente los partidos frente a Brasil e Inglaterra. Partidos tras los que la mayoría quedamos con la sensación de que Colombia pudo hacer más si se la creía. Si salía a atacar. Sobre todo contra los ingleses. Pero tal vez el problema nunca fue de Pékerman. Tal Vez sea una cuestión mental un poco más profunda. Un ‘Colombianismo’ del que no nos gusta hablar. Un complejo de inferioridad que en el fútbol no hemos podido superar.

Es algo que Queiroz debe trabajar. El buen juego gana partidos. Pero muchas veces, el peso de la camiseta es necesario para ganar títulos.

@manrodllo



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