La tradicional festividad se celebró de manera atípica, debido a las medidas por parte de la Alcaldía de Cali para evitar el contagio del coronavirus. Pese a las restricciones, las autoridades intervinieron caravanas de personas motorizadas y desarticularon fiestas masivas y clandestinas.
Las primeras horas de la noche del viernes 30 de octubre, en las que caravanas de personas en moto, disfrazadas y por diferentes puntos de la ciudad, presagiaban un fin de semana complejo, tanto así, que muchas personas le plantearon a la Alcaldía de Cali que implementara medidas como el toque de queda y ley seca, de la misma manera que lo hicieron 23 municipios del Valle del Cauca.
El secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Rojas, explicó que aplicar este tipo de medidas era castigar el buen comportamiento de muchos ciudadanos.
“Tenemos de alguna manera una ciudadanía en general se comporta bien, una ciudadanía que desde sus hogares responde al llamado de unas normas que se hacen para tratar de mantener la salud y bienestar de los caleños. Y tenemos una minoría que desafía la autoridad y que de cierta manera la reta, y por el comportamiento de esa minoría no podemos aplicar reglas para toda la ciudadanía. Lo que vamos a hacer es aumentar los mecanismos de control utilizar las herramientas que tenemos para proceder con el tema”, argumentó el funcionario.
Además agrega que a diferencia de otros municipios, Cali no se encuentra en alerta roja. “Nosotros estamos en un promedio de ocupación de UCI del 60 por ciento en una tasa de contagio que es menor a 1, lo cual evidencia el gran resultado de confianza que se tiene a la ciudadanía, así que no podemos castigar el voto de confianza”, anota Rojas.
Con el transcurrir de la noche, las redes sociales se inundaron con fotos y videos de caravanas en distintos sectores de la ciudad, en las que incluso, se escuchan disparos.
Las autoridades, a través de los puntos de control que establecieron lograron desarticular algunas de ellas, incluso, una que pasaba por el tradicional Parque del Perro, donde inmovilizaron vehículos y encontraron armas como un machete.
“Inmovilizamos una serie de vehículos, entre motos, cuatrimotos y motos de alto cilindraje, que participaban en una caravana por donde tienen presencia las autoridades, como en el Parque del Perro”, aseguró Guillermo Londoño, subsecretario de Políticas de Seguridad.
La noche del viernes también estuvo movida por fiestas que no cumplieron con los requisitos de bioseguridad y que terminaron con el cierre de 14 establecimientos.
“En términos generales, uno puede entender que el ciudadano está aplicando y asumió la estrategia de ‘Guardianes de vida’ y se está cuidando, sin embargo, hay unas personas que están en contra de ese proceso y lunares que encontramos, razón por la cual, la noche de ayer se presentó la suspensión de actividad a 14 establecimientos en toda la ciudad; siete en el sur Cali, y otros en el norte por incumplir con las medidas de bioseguridad, pues no tenían control de aforo, ni procesos de desinfección”, precisa el subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control.
El funcionario agrega que otros establecimientos fueron cerrados por incumplimiento del horario establecido por el decreto especial, que comprende 1:00 a. m.
Entre tanto, el secretario de Movilidad de Cali, William Vallejo, informó que entre las 5:00 p. m. del viernes y las 6:00 a. m. del sábado, realizaron 611 notificaciones, de las cuales 130 de ellas incurrieron en inmovilizaciones de vehículos por distintas razones. “Algunos de ellos hacían parte de caravanas que estaban circulando en la ciudad”, agregó el funcionario.
Sábado, más tranquilo, pero con fiestas desactivadas
La noche del sábado, la del Halloween empezó sin mayores contratiempos, tal como lo aseguró el secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Rojas.
“En un primer balance, de nuestro recorrido por la ciudad, estamos reportando del sur, ene l Parque del Ingenio y ahora desde el Parque del Perro, donde estamos viendo el cumplimiento de las normas de bioseguridad y afortunadamente vamos muy bien”, dijo Rojas en un primer momento.
Las caravanas, que llenaron de temor el viernes, se redujeron considerablemente, tal como lo aseguró el subsecretario de la Política de Seguridad, Guillermo Londoño.
“No tenemos presencia de caravanas disfrazadas en el sur de la ciudad. En comparación con la noche del viernes, tenemos la reducción de un número importante de caravanas y aglomeraciones”, dijo Londoño.
El lunar de la noche se presentó con la desactivación de una fiesta en el barrio Villas de Veracruz, al nororiente de la ciudad, donde según las autoridades, encontraron más de 200 jóvenes, en su mayoría, menores de edad.
“La vivienda la dividieron en tres pisos y en cada uno de ellos tenían una música distinta, había venta de licor y venta de comidas. Están incumpliendo a todas luces el decreto distrital, el 1888, que prohíbe las aglomeraciones y fiestas de Halloween. Es inconcebible que muchachos menores de edad organicen estas fiestas multitudinarias incumpliendo las normas de bioseguridad, poniendo en riesgo la vida y salud de los caleños”, dijo el subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control, Jimmy Dranguet.
El funcionario agregó que van a aplicar “las sanciones más drásticas para los organizadores de la fiesta, con multas que superan los 90 millones de pesos y remitir a los organizadores ante la Fiscalía para que apliquen el artículo 368 y se vean abocados a penas privativas de la libertad entre 4 y 8 años”.
En cifras
Viernes 30 de octubre:
27 visitas a establecimientos comerciales.
21 cierres a establecimientos, por conceptos de incumplimiento de protocolos de bioseguridad, extralimitarse con el horario.
Sábado 31 de octubre:
2 fiestas desarticuladas, barrio Villas de Veracruz, con 300 personas y Autopista Suroriental, con 70.
20 visitas a establecimiento de comercio y 2 cierres más.
