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‘El manejo de Pinto desgastó a Millonarios’

por Redacción BL
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‘El manejo de Pinto desgastó a Millonarios’

La historia que se contará a continuación ya se ha narrado antes y desde hace mucho tiempo. Se contó, por ejemplo, hace ya 20 años, en el Millonarios de 1999, se repitió en la Selección Colombia del 2008, se volvió a narrar en la selección de Costa Rica del 2014, y ahora se vuelve a escribir en Millonarios.

Jorge Luis Pinto Afanador ha construido una imagen de sus cualidades y defectos que se da por sobreentendida, como si fuera una certeza tallada en piedra que sobrepasa el simple y popular ‘cría fama y échate a dormir’.

Nacido en San Gil, tierra de bravos comuneros, Pinto puede ser el retrato que acompañe la definición en el libro de los estereotipos del santandereano: de carácter fuerte, directo, terco, rudo, intransigente, de palabras directas y, quizá, destempladas para algunos oídos.

El entrenador de Millonarios, que el próximo 16 de diciembre cumplirá 67 años, es el capitán de un barco que se fue a pique y en pocos días se hundió en una inverosímil eliminación de los cuadrangulares semifinales de la Liga. En solo tres semanas de pesadilla y mal juego, del 2 al 23 de octubre, Millonarios perdió cinco de los seis partidos que jugó: contra Cúcuta (3-1), Tolima (2-0), América (1-2), Junior (1-0) y Santa Fe (2-4). El otro lo empató con Patriotas (0-0, en Bogotá).

Foto:

Mauricio León / EL TIEMPO

Apenas en 22 días, Millonarios cayó del tercer puesto al décimo de la clasificación, con un impensado producido de un solo punto de 18 en disputa, con un exiguo rendimiento del 5,5 por ciento en un octubre negro que aún no termina.

¿Qué pasó? ¿Cómo entender el fracaso inesperado? EL TIEMPO consultó a fuentes que hablaron bajo la promesa de no revelar sus nombres y que coincidieron en señalar que el estilo de trabajo diario de Pinto fue un factor determinante.

“No fue una sola cosa, fueron varias y la forma del manejo del grupo del profesor desgastó al equipo. Son formas de trabajar, y cada quien tiene la suya, pero la forma del Profe hizo que el equipo se fuera apagando poco a poco, que se agotara, que se apagara”, dijo una persona muy cercana al plantel de Millonarios.

No fue una sola cosa, fueron varias y la forma del manejo del grupo del profesor desgastó al equipo,

“El equipo no se paró, no hubo una mala intención de frente contra el técnico, pero los jugadores sí estaban mal, incómodos, molestos, y eso hizo que el ambiente fuera poniéndose cada vez más mal en el equipo, lo que venía de la mano con los malos resultados y el mal nivel de varios”, contó otra de las fuentes consultadas por este diario.

Santa Fe Millonarios
Foto:

Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO

La atmósfera en Millonarios está densa. “Pinto tiene sus maneras de ser, todos lo saben. No es una mala persona, porque no lo es, pero él es como es. No es una persona fácil porque quiere manejar absolutamente todo: el trabajo del preparador físico, del fisioterapeuta, del kinesiólogo, de todo el personal de apoyo, sobre todo de los médicos”, contó una de las fuentes que habló con EL TIEMPO.

Alcohol, controles y regaños

Una de las personas que dio la información, contó lo que, en su parecer, fue quizás como el ‘florero de Llorente’ y, que junto con el mal nivel, el mal ambiente, el cansancio y esa ‘fatiga de metal’ por el día a día, generó la barrena de la que no pudo salir Millonarios hasta estrellarse.

“Hace como dos meses, uno de los jugadores llegó mal, llegó tomado, al entrenamiento. No recuerdo la fecha exacta porque eso fue un día normal, de entre semana. No se estaba preparando ningún partido. Eso, pues, le cayó muy mal al Profe, con toda la razón, y a los compañeros. Por eso, el Profe puso más controles y restricciones, y ordenó hacer exámenes de sangre sorpresa a todo el plantel”, dijo uno de los informantes.

El mismo agregó: “Este es un grupo sano, de jugadores con recorrido, con buena conducta, por eso el grupo se molestó porque por el error de uno no podían pagar todos y quedar todos señalados. A algunos de los más importantes jugadores les cayó muy mal eso; pero no por esto puedo decir que el equipo se acabó o que decidió parársele al Profe. Eso nunca pasó. Creo que esto fue un elemento muy importante en medio de todas las cosas. Los exámenes de sangre por sorpresa dejaron tocados a los jugadores”.

A algunos de los más importantes jugadores les cayó muy mal eso; pero no por esto puedo decir que el equipo se acabó o que decidió parársele al Profe.

EL TIEMPO sabe el nombre del jugador del incidente, pero no lo revela, pues no pudo obtener su versión.

Uno de los cercanos al plantel de jugadores que habló con EL TIEMPO, además, se refirió a la vehemencia y al tono con el que Pinto corrige a sus jugadores. “El cansancio de muchos viene por cosas como los regaños que él (Pinto) da en los descansos durante los partidos; regaños muy fuertes, muy violentos, muy duros. A su manera, con su forma de ser, el Profe dice cosas y palabras muy fuertes. Fueron muchas cosas que fueron desgastando al equipo. Eso ya venía mal desde el semestre pasado, con la eliminación de la final de la Liga pasada, cuando perdimos contra América, en Bogotá. En el camerino se dijeron cosas muy duras, muy fuertes, hubo señalamientos muy bravos. Sí hubo gritos, pero nunca hubo golpes ni empujones, como dijeron en algunos medios. Eso sí es mentira”, contó.

Esta fuente agregó: “El Profe enrostra los errores en público de manera muy fuerte, y a veces se le salen algunos malos términos delante de todos los demás. Esas ‘bajadas de caña’ delante de todos cayeron mal. Algunos esperaban que los llamara y les hablara en privado”.

Jorge Luis Pinto

La tristeza de Pinto al caer contra América.

Foto:

Hector Fabio Zamora / EL TIEMPO

Al ser consultado por el rol de Freddy Rincón, el asistente técnico, en esta situación, dijo: “Freddy quería ser el catalizador porque tenía más relación por ser más cercano a los jugadores, pero Pinto no le dio juego en eso. No lo dejó”.

Uno de los consultados ya mencionado como muy allegado al plantel contó otros detalles: “El problema de Pinto es que en todo se mete, que de todo sabe, y por eso pelea con todo el mundo. A todo el mundo le dice que lo que están haciendo está mal hecho y que el trabajo deben hacerlo como él dice. Los médicos han estado muy incómodos, no los deja trabajar”.

El problema de Pinto es que en todo se mete, que de todo sabe, y por eso pelea con todo el mundo.

Del menú hasta el bus

Uno de los consultados contó otros detalles: “El problema de Pinto es que en todo se mete, que de todo sabe, y por eso pelea con todo el mundo. A todo el mundo le dice que lo que están haciendo está mal hecho y que el trabajo que están haciendo está mal hecho y que deben hacerlo de la manera en que él dice”.

Y agregó: “Voy a decirle cosas puntuales para que vea cómo es Pinto: cambia los procesos de recuperación programados por el fisioterapeuta, unas veces los adelantaba y otras los retrasaba, porque son cómo él dice; los menús de la comida los cambiaba casi siempre, que porque tenían más o menos calorías de las que él decía… ¡Hasta con el conductor del bus peleó, y delante de todos, porque montó a jugadores de la sub-20 que salían de los entrenamientos al mismo tiempo con el equipo principal!”.

Voy a decirle cosas puntuales para que vea cómo es Pinto: cambia los procesos de recuperación programados por el fisioterapeuta, unas veces los adelantaba y otras los retrasaba.

Finalmente, una de las fuentes se refirió a otro de los apartes dichos por Pinto luego de la derrota contra Santa Fe que definió la eliminación de Millonarios: “Eso que dijo que le tocó aceptar que le desbarataran el equipo que ya tenía armado no es así: él hizo comprar a Hansel (Zapata), él pidió y pidió a Salazar (Juan Camilo), él trajo al Tico (José Guillermo Ortiz), que le funcionó bien; él presentó al comité deportivo todos esos nombres, como presentó el de Balanta (Deivy). En el comité, él sacó a De Los Santos (Matías), dijo que era lento y torpe, y con Marrugo (Christian) no se entendió nunca”.

José Guillermo Ortiz

José Guillermo Ortiz anotó los dos goles de Millonarios frente al Cali. Lleva cinco y es el máximo artillero de la Liga.

Foto:

Mauricio León / EL TIEMPO

Públicamente, tanto el técnico como los jugadores asumieron por separado la responsabilidad del fracaso tras la contundente derrota contra Santa Fe.

“El grado de responsabilidad de los jugadores es del ciento por ciento. Nosotros no estuvimos a la altura del partido, ni de la hinchada, ni de los directivos ni de nuestro técnico. Los errores que se cometen en la cancha son por decisiones nuestras, tenemos que hacernos cargo nosotros”, dijo Macalister Silva, uno de los líderes del plantel.

Pinto hizo lo mismo: “Como siempre, el técnico es el único responsable. Yo soy el responsable. Vamos a ver qué pasa con Pinto, qué le hacen a Pinto, qué sucede con Pinto. Soy el único responsable. Clarito, preciso, ¿me oye bien?: soy el responsable”, contestó a una pregunta sobre el grado de responsabilidad que tenía en la conformación de la nómina para la disputa de esta Liga de la que Millonarios ya está eliminado.

GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
En Twitter: @MelukLeCuenta

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