YAMENA, CHAD — El presidente interino Mahamat Idriss Déby inició oficialmente su campaña para las próximas elecciones presidenciales en Chad, cuyo objetivo es lograr que el país vuelva a una gobernanza civil democrática. En las elecciones, previstas para el 6 de mayo, Déby compite contra otros nueve candidatos, incluido el primer ministro designado por la junta, Succès Masra.
En su primer mitin de campaña en la capital, Yamena, Déby, que también es militar, afirmó su compromiso con el pueblo. «Ustedes me conocen, soy un soldado y cumplo mis promesas», declaró, citado por Reuters. Durante la manifestación, prometió mejorar la seguridad nacional y garantizar la paz y la estabilidad continuas en Chad.
A pesar de la intención democrática de las elecciones, el escepticismo sigue siendo alto, y algunas figuras de la oposición denuncian el proceso electoral como «una farsa». Este sentimiento se ve agravado por la muerte violenta del principal rival de Déby, el líder de la oposición Yaya Dillo, que murió en un tiroteo con las fuerzas de seguridad en febrero. Dillo había sido acusado por el gobierno de instigar un ataque letal contra la agencia de seguridad del país, cargos que él negó.
Para aumentar aún más las tensiones políticas, el mes pasado el Tribunal Constitucional descalificó a 10 candidatos, incluidos dos críticos abiertos de la junta, para participar en las elecciones.
Déby ascendió al poder en 2021 tras la muerte de su padre, prometiendo una transición de 18 meses hacia un gobierno democrático. Sin embargo, el cronograma se amplió, lo que llevó a que las elecciones recién se celebraran este año. Este retraso provocó protestas que encontraron duras respuestas por parte de las fuerzas de seguridad.
A medida que Chad se acerca a esta coyuntura crítica, la comunidad internacional y las partes interesadas locales están observando de cerca para ver si las elecciones realmente marcarán un paso significativo hacia la gobernabilidad democrática o simplemente afianzarán la dinámica de poder existente.
