La confesión de Giovanni Ortiz sobre su responsabilidad en los crímenes de los ambientalistas Nathalia Jiménez y Rodrigo Monsalve reveló la existencia de un quinto implicado en los asesinatos ocurridos el pasado 20 de diciembre en la vereda Perico Aguao, en zona rural de Santa Marta.
Tras escuchar los audios de la indagatoria contra Ortiz, los cuales fueron expuestos por la Fiscalía como pruebas contra Andrés García, alias Pipe Bareta; Luis Rodríguez, alias Luchito, y Jader Lozano, alias el Negro, quienes son los otros implicados, el fiscal del caso señaló que fue el propio Ortiz quien disparó contra Monsalve.
También se reveló la existencia de una cámara que pertenecía a la pareja y fue hallada en una de las viviendas donde fueron capturados los implicados. En el aparato había fotografías de las víctimas en el sector El Mirador, zona rural de Santa Marta, donde se estableció que los abordaron los delincuentes y, posteriormente, los trasladaron a Perico Aguao para asesinarlos.
Acerca de la quinta persona que participó en el crimen, se conoció que sería quien habría ordenado quitarles la vida e incluso es el responsable de disparar contra Nathalia Jiménez.
El comandante de la Policía de Santa Marta, coronel Gustavo Berdugo, confirmó que se trata de Luis Enrique Ortega, alias Veneco, contra quien ya hay orden de captura.
Ortega residía desde hace 6 meses en la vereda Buritaca y tras las capturas de sus presuntos cómplices habría huido a Venezuela, su país de origen.
“Estamos tras la búsqueda de este individuo, ya tenemos conocimiento de dónde vivía y los lugares que acostumbraba. Inteligencia estableció que desde el 25 de diciembre ya no se encuentra en territorio nacional”, manifestó Berdugo.
En las indagatorias también se estableció que Ortega fue quien ató las manos de los ambientalistas y propuso asesinarlos, debido a que -al parecer- uno de ellos había sido identificado por sus víctimas.
El viernes pasado su hermano, Freddy García Ortega, fue asesinado en Buritaca, y sobre su cuerpo pusieron un letrero intimidante.
Los implicados permanecen en la cárcel de Santa Marta a la espera del juicio por homicidio agravado, secuestro simple, porte ilegal de armas de fuego y hurto agravado.
Raúl Serrano, abogado de uno de los implicados, aseguró que la versión que entregó Giovanni Ortiz tiene inconsistencias que buscará demostrar en las siguientes etapas del proceso judicial.
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Para la defensa, no todos pueden ser judicializados de la misma manera, pues la decisión de asesinarlos solo fue de Ortiz y Ortega, mientras que los demás solo estaban interesados en el hurto del vehículo, el cual venderían posteriormente en 5 millones de pesos en La Guajira, en la frontera con Venezuela.
ROGER URIELES
Para EL TIEMPO
Santa Marta