La Fundación Toro de Lidia ha solicitado la dimisión del ministro español de Cultura y se ha reabierto el debate sobre la tauromaquia en las redes sociales.
El sector taurino español se ha alzado este jueves en pie de guerra contra el Gobierno de Pedro Sánchez, después de comprobar que en el decreto de ayudas económicas al sector cultural aprobado este miércoles en el Congreso «ni siquiera se menciona a la tauromaquia«.
En la misma sesión parlamentaria en la que se validó la prórroga del estado de alarma, se dio también el visto bueno a un decreto de ayudas al sector cultural dotado con un presupuesto de 76,4 millones de euros, destinados a paliar la situación «de extrema necesidad» –en palabras del propio ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes– propiciada por la crisis del coronavirus. Según denuncia la Fundación Toro de Lidia, del texto del decreto se desprende, por omisión, que la tauromaquia quedaría excluida como posible receptora de esas ayudas.
En consecuencia, su presidente, Victorino Martín, ha enviado una carta al ministro Rodríguez Uribes, en la que, en nombre del sector taurino, exige «su dimisión como ministro de Cultura y el comienzo de conversaciones con un ministro que entienda la cultura en toda su amplitud».
La reacción de la Fundación Toro de Lidia ha reabierto un debate largamente enquistado en la opinión pública española, que está profundamente dividida entre partidarios y detractores de la fiesta taurina.
Las reacciones en Twitter por parte de los perfiles antitaurinos han sido intensas y abundantes.
Como si torturar, maltratar y asesinar fuese Cultura…. lo que me faltaba! Bastante están tardando en abolir esa infamia!
— Juanma (@JuanMaartell) May 21, 2020
Los partidarios de la tauromaquia también se han mostrado especialmente activos en las redes, llegando a colocar el hashtag #MinistrodeCensura entre las tendencias del día.
Además, varios usuarios de Twitter, entre los que se encuentran algunos toreros famosos en el país, han participado en una especie de campaña en la que han compartido fotografías suyas con mascarillas sanitarias sobre las que se puede leer el lema «La Cultura no se censura».
RIGOR para que la palabra de la autoridad no haga tambalear la convicción.FIRMEZA para mantener esta convicción frente a la previsible marginación.PRUDENCIA para sortear los inevitables momentos de flaqueza. #MinistrodeCensurapic.twitter.com/mOAFgxfu3A
— Alejandro Talavante (@aletalavante) May 21, 2020
A su vez, estos perfiles también han generado una fuerte contestación por parte de los detractores de los festejos taurinos.
tirar a una cabra desde un campanario era una tradición y tenía respaldo social y eso no lo convierte en cultura. Es barbarie. El Cine, la música.. son universales. El toreo una anomalía Española. Para ti puede ser arte pero eso no significa que lo sea. Poned vosotros la pasta
— Sayonara (@Sayo_cab75) May 21, 2020
Los gladiadores romanos también fueron tradición, tenían peso económico y respaldo social, lo que pasa es que las civilizaciones suelen avanzar, aunque parece que en este país nos cuesta. Qué vergüenza que siga siendo legal la tortura y el asesinato animal por ‘tradición’.
— Sonia Castillo (@SoniaLiberty) May 21, 2020
Controversia en los datos de un sector agonizante
La fundación Toro de Lidia afirma que hay «millones de personas, aficionados en las plazas, en el campo o en las calles» de España, mientras ilustres figuras del toreo como Cayetano Rivera llegan a asegurar que «la tauromaquia es la segunda industria cultural en importancia en este país, por delante del cine«.
Sin embargo, el último informe de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal (AVATMA) –elaborado en 2019 a partir de las estadísticas del Ministerio de Cultura y Deporte–, que recoge la evolución de los espectáculos taurinos en España desde 2007 hasta el 2018, dibuja un panorama bastante más decadente, en el que se aprecia, por ejemplo, una caída del 58,4 % de los eventos taurinos en plazas en un lapso de 12 años.
El informe también afirma que «por lo menos desde el año 2012, los profesionales taurinos han ido disminuyendo en vez de aumentar», y que «siguiendo la tendencia que se inició en el año 2007, los festejos en plaza siguieron descendiendo de forma vertiginosa» entre 2018 y 2019, último periodo interanual con registro.
Por lo demás, en 2020, la pandemia del coronavirus en España, cuyo periodo de máxima incidencia ha venido a coincidir con las fechas tradicionales de los más importantes festejos taurinos, ha asestado una estocada al sector.
David Romero