El proyecto de reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro busca recaudar $25 billones, y buena parte de este monto, el alrededor de 32,4%, se sostiene en las personas naturales de mayores ingresos. Por ello, una de las medidas que introduce el proyecto es un impuesto al patrimonio permanente, desde los $3.000 millones, y con el que, según el proyecto de ley se alcanzarían $2,6 billones anuales.
(Base gravable del impuesto al patrimonio se mantiene intacta).
“Lo peor distribuido en Colombia es el patrimonio, por tanto tiene que estar distribuido con un impuesto específico”, aseguró hace unos días el minHacienda, José Antonio Ocampo.
El proyecto también propone tarifas marginales, con una tasa de 0,5% para los patrimonios líquidos entre los $3.000 millones y los $5.000 millones, y de 1% desde los $5.000 millones.
Además, propone que los primeros $502 millones del valor patrimonial de la vivienda de habitación se resten de la base gravable del impuesto, y según Hacienda, este esquema “representa un desincentivo a la adquisición de patrimonios improductivos, y disminuye la desigualdad mediante una mayor carga efectiva para los ingresos más altos”.
Desde la academia son varias las discusiones en torno a este impuesto. Según Leopoldo Fergusson, director del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (Cede) de la U. de los Andes, si bien hace unos años se creía que ‘teóricamente’ lo óptimo era tener un impuesto a la riqueza de 0%, pero dice que ya hoy es claro que ‘ese no es un impuesto de riqueza eficiente’.
(Reforma tributaria: los cambios que le piden los gremios a Petro).
“Hay una amplia serie de trabajos que señalan como en el esfuerzo de tener un sistema tributario que logre mejorar la distribución del ingreso en alguna medida, los impuestos al patrimonio personal son un mecanismo interesante y potencialmente útil”, dijo.
Anteriormente, desde la Facultad de Economía de la U. de los Andes, Fergusson, junto al docente Mark Hofstetter, habían presentado otra propuesta para gravar el patrimonio: a partir de los $1.000 millones y no permitía ningún descuento. Pero coincide con la propuesta del gobierno en materia de tasas.
“El impuesto al patrimonio en el caso colombiano, una sociedad tan desigual, es absolutamente lógico, siempre y cuando se diseñe bien. Creo que el diseño que trae la reforma es bueno, incluso generoso, porque arranca a cobrar solamente para personas que tengan desde $3.000 millones, y solo sobre la parte que excede aquello que se permite como provisión para vivienda propia, que no es una parte modesta”, aseguró Fergusson.
Desde la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), por otro lado, Óscar Manco, docente y experto en economía, aseguró que estos impuestos se tienen que analizar con una lupa ‘bastante diferencial y con detenimiento’.
Manco mencionó como muchas personas han incrementado su patrimonio vía endeudamiento, y aportes, lo que representa pasivos que muchas veces los impuestos no consideran. “No hay evidencias desde el punto de vista económico que indiquen que efectivamente, con un impuesto cargado a la riqueza o a los patrimonios, podamos tener un incremento en la competitividad”, dijo.
Desde el Observatorio Fiscal de la U. Javeriana, su director, Oliver Pardo, mencionó como según datos de la Dian, existen 3,6 millones de declarantes, que representan aproximadamente el 5% de la población colombiana, el 5% más rico.
“Si comparamos el patrimonio del 10% de los declarantes más ricos, versus el 10% de los declarantes más pobres, encontramos que el patrimonio de los más ricos es 100 veces el de los declarantes más pobres”.
(Estos serían los mayores impactos que traería la reforma tributaria).
Según Pardo, si se mira la concentración, no a nivel de declarantes, sino de toda la población, los ordenes de magnitud serían mayores a 100 veces. “Existen fundamentos para estar preocupados por la gran concentración del patrimonio”, dijo Pardo.
Jorge Enrique Espitia, investigador del Centro de Pensamiento de Política Fiscal de la Universidad Nacional de Colombia, sostuvo que en relación con las personas naturales y según las declaraciones de renta de la Dian, el 10% de las personas naturales con menores Ingresos, cerca de 397.500 personas naturales, que declararon renta en el año 2020, concentró el 0,89% del ingreso bruto total de personas naturales declarantes.
“En contraste, el 5% de las personas naturales con mayores ingresos, cerca de 198.770 declarantes, en el año 2020 participó con el 37.2% del ingreso bruto total de personas naturales declarantes”, aseguró el académico, y añadió: “Aún más, el 1% de las personas naturales declarantes con mayores ingresos en el país, que representó 39.754 declarantes, concentró el 20.6% del total de ingresos brutos”.
Espitía fue enfático en que existen grandes diferencias en patrimonio entre personas naturales. Según cálculos del Centro de Pensamiento de Política Fiscal de la Universidad Nacional, respecto al 10% de las personas con menores patrimonios líquidos en el país, el 1% de las personas con los mayores patrimonios tiene un patrimonio líquido 960 veces superior. Adicionalmente, el 10% de las personas con los mayores patrimonios concentra el 52% del patrimonio líquido total declarado, mientras que el 10% de las personas con menores patrimonios apenas el 0.21%.
Una reforma apoyada en las personas naturales
El proyecto de reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro apoya su meta de $25 billones especialmente en las personas naturales, y tal como lo ha indicado el ministro José Antonio Ocampo, el tema ‘más complejo’ es el impuesto de renta a personas naturales.
Según el jefe de la cartera de Hacienda y Crédito Público, con ese impuesto se recauda solamente el 19% del total de los impuestos en Colombia, contra un 51% que aporta en promedio en los países que hacen parte de la Ocde.
(Tributaria y más factores que impactarían las ventas de viviendas).
Tan solo por el impuesto de renta a personas naturales se espera alcanzar un recaudo de alrededor de $5,4 billones anuales.
Esto aplicará para las personas que ganan a partir de $10 millones mensuales o menos no pagarán más. El ingreso adicional provendrá del 2,4% de las personas con mayores ingresos.
Laura Lucía Becerra Elejalde
