Redacción BL
La tradicional llegada de la Familia Castañeda con la que despegó este 4 de enero el Carnaval de Negros y Blancos en Pasto, por este nuevo año y también por la virtualidad, se transformó en una hermosa epifanía del carnaval o un llamativo encuentro con la historia.
Más de una docena de hombres y mujeres se encargaron de representar ese acontecimiento que simboliza la hospitalidad que caracteriza a todos los pastusos, pero que también evoca cómo una familia campesina procedente del Putumayo que se dirigía a Ipiales para cumplirle una promesa a la Virgen de Las Lajas, en su paso por la ciudad de Pasto recibe un cariñoso e inesperado recibimiento. Sobre esta hipótesis coinciden algunos historiadores e investigadores de la región.
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El desfile se celebra desde el año 1928 cuando un grupo de amigos decidió invitar a una familia a disfrutar de las fiestas que se realizaban en la ciudad, en ese entonces la bautizaron como Familia Castañeda.
En el presente año la pandemia interrumpió el pintoresco y alegre desfile por las diferentes calles de la ciudad Sorpresa de Colombia, pero lo que no logró interrumpir fue toda una tradición oral que aún se conserva año tras año.
La tradición en el desfile de la familia Castañeda, en Pasto.
“Allí viene la familia Castañeda”, gritaron los protagonistas de la obra teatral en la concha acústica Agustín Agualongo, mientras al fondo comenzaron a sonar canciones al ritmo del sonsureño como Cachiri, Miranchurito y la inconfundible Guaneña, una especie de himno para los pastusos que nunca se cansan de bailar y cantar en el carnaval.
Y apareció luego en la puesta en escena nada más y nada menos que Pericles Carnaval para dar lectura del bando, en medio de los bullicios y aplausos de los espectadores como cada año ocurre. Lo hizo acompañado de la reina del Carnaval de Negros y Blancos, Lina María Delgado.
Artistas vestidos con trajes que evocan la historia y la representación de personajes de Nariño.
Este infaltable y reconocido personaje a través de un parlante exclamó: “desde hoy se concede la fiesta hasta el 6 de enero y se retiren la tristeza y el aburrimiento”.
Pero como para que no queden dudas después insistió: “que se espanten los dolores, un destierro a la nostalgia y que los moradores saquen sus tristezas, para que llegue el carnaval y comience el recreo”.
Esa fue una clara invitación que hizo a propios y visitantes a dejar las penas, las amarguras y el dolor para luego agregar: “nos volveremos a ver, venceremos el encierro”.
Con un sonoro grito “Qué viva Pasto carajooooo” se despidió.
Al concluir la representación que se cumplió en medio de un frío intenso acompañado de una leve lluvia, la reina no pudo ocultar su alegría porque la misma se llevo a cabo con éxito y pudo ser observada en directo por algunos canales regionales y nacionales de televisión.
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Al explicar la puesta en escena comentó que se trató de mostrar la transformación de un desfile callejero que esta vez se trasladó a la casa de una familia, “de esta manera logramos mantener viva una tradición tan bonita como es el encuentro de una cultura ciudadana con la cultura campesina”.
No pudo evitar su nostalgia y algunas lágrimas por sus mejillas porque el Carnaval de Negros y Blancos este año no mostró el desfile de la llegada de la Familia Castañeda con todas las estampas del Pasto del ayer, como ha sido la costumbre los otros años, “yo solo tengo palabras de agradecimiento para todas las personas que se han conectado a través de las redes sociales y lo pudieron ver”.
Colorido en el Carnaval de Negros y Blancos
“Todo lo hemos preparado con mucho amor para ustedes, este no ha sido un trabajo de un día sino de varias semanas”, afirmó.
“Mantengamos vivas nuestras tradiciones, es el momento de replantear lo verdaderamente importante, es por eso que si hoy nos vamos a exponer que sea a la alegría y si nos vamos a contagiar que sea de carnaval”, fue su mensaje al que respondieron con aplausos las casi 200 personas que se encontraban sentadas en las graderías del escenario ubicado en el barrio Agualongo.
Desde hoy se concede la fiesta hasta el 6 de enero y se retiren la tristeza y el aburrimiento
Este 5 de enero se celebra el día de los negros, claro bajo el rigor de la virtualidad por el coronavirus, por lo que la organización del festejo decidió que las familias jueguen desde sus casas y además participen en una fotomaratón a través de las redes sociales.
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Igualmente habrá otro encuentro con la historia, en el que se recordará cómo surgió el juego en el que los rostros blancos cambiarán por negros en todos los rincones de la ciudad de Pasto que ahora se viste de fiesta pero de una manera distinta y guardando todos todas las normas de bioseguridad.
MAURICIO DE LA ROSA
Para EL TEMPO
Pasto
