El juez principal de distrito de EE. UU., Mark E. Walker, está escuchando el caso, que combina una serie de demandas de grupos de defensa que demandaron poco después de que el gobernador republicano Ron DeSantis firmara el proyecto de ley la primavera pasada, proclamando que estaba asegurando la integridad electoral.
El inicio del juicio marcó otro capítulo en el debate nacional sobre los derechos electorales, luego de una ola de proyectos de ley estatales republicanos que restringieron el acceso al correo y la votación anticipada mientras los republicanos se aferran a las falsas afirmaciones de fraude del expresidente Donald Trump en las elecciones de 2020.
En Florida, el gobernador republicano Ron DeSantis apoyó las nuevas restricciones incluso cuando sostuvo que el estado llevó a cabo unas elecciones impecables en 2020. Aún así, mientras se postula para la reelección y contempla una posible candidatura presidencial en 2024, DeSantis ha citado instancias no especificadas de fraude electoral como razón para crear una agencia de aplicación de la ley para investigar los delitos electorales, lo que subraya la influencia persistente de las afirmaciones de fraude de Trump en la base republicana.
La ley de Florida prohíbe el uso de buzones de boletas fuera del horario de votación anticipada y requiere que los supervisores electorales asignen a un empleado para que vigile el buzón o enfrentar una multa de $25,000.
También requiere un número de licencia de conducir, un número de identificación estatal o los últimos cuatro dígitos de un número de Seguro Social para solicitar una boleta por correo. Una solicitud de boleta por correo solo es válida para las próximas elecciones generales en lugar de dos ciclos de elecciones generales, según otra de las muchas disposiciones de la ley. Los partidarios de la ley argumentaron que los cambios eran necesarios para preservar la seguridad electoral.
Durante la audiencia del lunes, Cecile Scoon, presidenta de la Liga de Mujeres Votantes de Florida, le dijo al juez que la ley disuade innecesariamente a los votantes de emitir su voto después de una elección en la que la gente utilizó mucho el voto por correo sin problemas.
“Son solo limitaciones en las formas de votar por temor a cosas que no están sucediendo”, dijo.
A nivel nacional, los demócratas no han logrado unirse detrás de la legislación federal sobre el derecho al voto que el presidente demócrata Joe Biden, los líderes de los derechos civiles y otros defensores han argumentado que es vital para proteger la democracia en los EE. UU. en medio de las nuevas reglas estatales.
El impulso más reciente fracasó en enero, cuando los demócratas no pudieron persuadir a los senadores reticentes Kyrsten Sinema de Arizona y Joe Manchin de West Virginia, ambos demócratas, para cambiar los procedimientos del Senado en un paquete de votación y permitir que una mayoría simple lo avanzara.
Se espera que el juicio de Florida dure dos semanas, aunque el juez Walker señaló el lunes que podría durar más.
