El costo de vida completó ocho meses seguidos a la baja, luego de que el Dane reportó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para noviembre bajó a 10,15 % anual, cediendo de esta forma 2,38 puntos porcentajes respecto al mismo período del 2022, cuando había quedado en 12,53 %.
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Si se compara con octubre, el retroceso es de 0,33 puntos, teniendo en cuenta que para el mes pasado estaba 10,48%. Este resultado quedó levemente por debajo de lo esperado por los analistas, quienes apuntaron a un rango entre 10,17% y el 10,2%; argumentando que los alimentos poco a poco están bajando.
Entre tanto, la variación mensual fue 0,47% (0,77% en 2022) y el año corrido se ubicó en 8,78% (11,72% en 2022). Piedad Urdinola, directora del Dane, explicó que “el comportamiento mensual del IPC se explica principalmente por las variaciones mensuales de las divisiones de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles y transporte”.
De esta manera, poco a poco este indicador se acerca a los niveles esperados por el Gobierno Nacional, que estima que la inflación cierre el 2023 por debajo del 10%, en un 9,78% para ser más precisos.
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Para el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, esta noticia es el resultado de los esfuerzos que ha venido realizando el país en aspectos como las tasas de interés, la caída en el consumo y sirve como punto de partida para sustentar las proyecciones que apuntan a que el año cerrará con inflación de un dígito.
“Es una muy buena noticia, son ocho meses continuos de descensos y con esto ratificamos que el año cerrará sobre el 9%, reforzando el mensaje al Banco de la República de que llegó el momento de bajar las tasas de interés”, explicó el ministro Bonilla.
Pese a que el costo de la vida se mantiene a la baja y todo apunta a que se cumplirán las proyecciones del Gobierno Nacional, para los expertos hay dos puntos que llaman mucho la atención. El primero de ellos tiene que ver con los precios de los combustibles, que se mantienen como uno de los mayores generadores de inflación en el país.
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Para el caso de la subclase de combustibles, ésta tuvo una variación del 44,54% año corrido en estratos altos, mientras que en los hogares de ingresos medios quedó en 43,32% y en el nivel de ingresos vulnerables se situó en 45,64%. “En noviembre de 2023 los mayores incrementos de precio se registraron en las subclases: electricidad (5,89%), alcantarillado (0,57%) y arriendo efectivo (0,49%). La única disminución de precio se reportó en la subclase: materiales para la conservación y la reparación de la vivienda (-0,01%)”, reportó el Dane.
Dentro de las divisiones de gasto que más aportaron a la variación positiva del costo de vida en el mes aparecen alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (1,05%), Restaurantes y hoteles (0,83%) y Transporte (0,72%).
Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, destacó que “para el mes de noviembre, inclusive, los alimentos en promedio cayeron de precio un poco más de 0,4%, haciendo que la inflación de alimentos que hace un año estaba por encima del 20%, en este momento ya baje del 10%”.
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“La mala noticia, sin embargo, es que la inflación continúa bajando, pero bajando de manera gradual, por cuenta de unos bienes regulados. En este caso fue la electricidad que en buena parte de las ciudades de Colombia subió de manera muy importante, y en un conjunto, en el mes, solamente subió más de 5 puntos porcentuales, haciendo que los bienes regulados se aceleraran en el margen y estén creciendo por encima del 15% en términos anuales”.
Otro dato que llama la atención tiene que ver con la inflación subyacente o básica; es decir, aquella que no toma en cuenta aspectos como los alimentos y servicios públicos, ya que terminó el mes en 9,21% y si bien bajó, todavía se mantiene en niveles altos y deja claro que el consumo se encuentra en un nivel elevado.
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EFE
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La atención se centra en próxima reunión del Banco de la República
Los analistas coinciden en que el Banco de la República, en su reunión del 19 de diciembre, tiene escenarios para o mantener las tasas de interés al 13,25% o comenzar de manera muy gradual a bajar la tasa de interés a 13%, un cuarto del punto porcentual.
Esto teniendo en cuenta que este es uno de los llamados urgentes desde el mundo económico para incentivar el consumo y frenar la caída del crecimiento económico. Sin embargo, hay que recordar que el director del Emisor, Leonardo Villar, advirtió recientemente que “si nosotros saliéramos a decir hoy como locos, vamos a bajar las tasas de interés de manera muy fuerte, mañana posiblemente podríamos aumentar el crecimiento de manera significativa el próximo trimestre”.
De esa manera, enfatizó en que no hay contradicción ni dilema en pensar en inflación y crecimiento, sino en los plazos de referencia y que es mejor seguir de cerca el comportamiento de la economía para generar estabilidad a largo plazo y un crecimiento sostenido.
DANIEL HERNÁNDEZ NARANJO
Periodista Portafolio
