Redacción BL
La violencia nunca se ha ido del pacífico. Es que en momentos como el actual cuando se presenta la desaparición de un líder social y otras tres personas, se disparan las alarmas y llegan las voces que la convierten en noticia, aseguró el obispo de Buenaventura monseñor Rubén Darío Jaramillo.
Sigue esa violencia callada, pero causando víctimas, desapariciones, mientras la gente no puede hablar, porque cualquiera que hable pone en riesgo su vida, por eso sufren en silencio, dijo el prelado frente a la desaparición de Iber Angulo Zamora, dos de sus hermanos y un tercer pariente.
Esa violencia que hoy se denuncia en el Naya sigue sin control en zonas del rio San Juan, en el Bajo Calima, está en todo el litoral pacífico, por la salida constante de drogas a los Estados Unidos, Centroamérica y Asia.
«Es que ese flujo de cocaína es muy complejo y detrás de él hay intereses muy grandes, que mueven mucho dinero», añadió el Obispo de buenaventura.
Denunció monseñor Jaramillo que en el área donde se encuentran desaparecidos Iber Angulo y sus familiares no hay presencia de la fuerza pública, ni policía ni ejército. Apenas ahora está llegando a la zona la armada, para iniciar la persecución al grupo delincuencial que tiene afectados a todos los habitantes de ese corredor del Naya.-
«En esa región hay mucha zozobra, porque está el temor latente de que estos hombres vuelvan a salir en éste que es un corredor del narcotráfico desde el norte del Cauca hasta el mar pacífico, en donde operan disidencias de las FARC y otros grupos del narcotráfico que dejan en éste recorrido desplazamiento, desapariciones y todo lo que una delincuencia organizada como esta provoca y ocasiona un gran temor en la población civil», reiteró el Obispo de Buenaventura Monseñor Rubén Darío Jaramillo.
Caracol Radio
