Calcuta ha pasado días sofocantes de calor agobiante, alcanzando un máximo de 43 grados centígrados en el día de abril más caluroso desde 1954, según la oficina meteorológica de la ciudad.
Las calles de la normalmente bulliciosa capital de la época colonial han estado casi desiertas por las tardes mientras sus 15 millones de habitantes hacen todo lo posible para mantenerse alejados del sol.
Pero incluso los gatos y perros que tienen la suerte de tener un dueño han sido susceptibles a enfermarse, y Das dijo que el calor había provocado un aumento de enfermedades relacionadas con la deshidratación en mascotas de toda la ciudad.
La maestra Sriparna Bose dijo que sus dos gatos se habían vuelto hoscos y retraídos de una manera que nunca antes había visto cuando llegó la ola de calor.
«Se niegan a comer», dijo. «Se esconden en rincones oscuros y fríos de la habitación y no salen».
La situación es peor para los 70.000 perros callejeros que, según las autoridades municipales, viven en las calles de la ciudad, que no tienen dueño pero que a menudo son alimentados y atendidos por los residentes cercanos.
Muchos pasan el día refugiándose del sol bajo los coches aparcados, mientras unos pocos afortunados son bañados con mangueras por humanos comprensivos para ayudarles a refrescarse.
«Les resulta difícil mantenerse en pie porque las carreteras están muy calurosas», dijo Gurshaan Kohli de la Fundación Humanimal, una organización benéfica local de bienestar animal para los animales callejeros.
«Decenas de perros y gatos han muerto» a pesar de que él y sus colegas los llevaron rápidamente a las clínicas para recibir tratamiento, añadió.
