Esta es quizás una de las Semanas Santas más atípicas que se haya vivido en Cali, en todo el departamento y en el mismo país.
No cruzan multitudinarias procesiones por las calles ni romerías por los templos. Tampoco hay el tradicional ascenso de feligreses y deportistas a los cerros Cristo Rey y Tres Cruces, cuyos senderos también se abarrotaban en estos días santos y que hoy está prohibido por la misma Alcaldía de la capital vallecaucana.
La crisis que vive todo el planeta por el coronavirus motivó a que la Semana Mayor la vivan los católicos en sus hogares, donde muchos han improvisado altares con imágenes de Jesucristo y la Virgen, acompañados por fotografías de los integrantes de las familias, una que otra estampa religiosa y muchos velones.
Algunos de estos altares, cuyas fotografías ha venido recogiendo la Arquidiócesis de Cali para ponerlas a circular en una página web y por redes sociales están sobre pequeñas mesas o en torno al televisor de pantalla plana para estar pendientes de las eucaristías que ya empezaron a ser transmitidas por el canal regional Telepacífico, como ocurrió con la misa del pasado Domingo de Ramos. Mañana, durante el Jueves Santo, Telepacífico transmitirá la eucaristía, a partir de las 6:30 de la tarde. El Viernes Santo, la Pasión del Señor y la adoración de la Cruz se pueden sintonizar a partir de las 3 de la tarde. El Sábado Santo, la Vigilia Pascual se iniciará a las 6:30 de la tarde. El Domingo de Pascua, la celebración se sintonizará por el canal, a partir de las 10 de la mañana.
Ese domingo se dio apertura a esta semana de recogimiento que por el coronavirus mantiene confinada a toda la población colombiana hasta la medianoche del 26 de abril.
Es así que desde las casas, gran parte del clamor en esta Semana Santa es superar la pandemia, que no siga subiendo el número de enfermos que este martes en el Valle del Cauca era de 250 ni de muertes (en el departamento van seis decesos, tres mujeres -la última tenía 85 años- y tres hombres). Este es quizás uno de los mayores desafíos para los seres humanos, inclusive, sin distinción de religión ni de razas. El mundo se ha unido con la recomendación de quedarse en casa y en este desafío, sacerdotes de la Iglesia Católica también se han ingeniado la manera de llevar la palabra de Dios hasta los hogares acuartelados. Algunos, por ejemplo, graban mensajes para difundirlos por YouTube o por redes.sociales.
Hogares como este, en Cali, se congregan en torno a altares en sus casas y del televisor para ver la misa.
Arquidiócesis de Cali
El arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, sostuvo: “Tiempos de crisis como estos priorizan lo esencial de la vida”. El prelado señaló que en momentos así, la humanidad no puede flaquear, sino todo lo contrario, mostrar su compasión y acciones de amor hacia los demás.
Este mensaje es el que también impulsó ayer al sacerdote de Siloé Luis Carlos Estrada a bendecir a Cali, con la imagen del Altísimo en la custodia y con la que recorrió las calles en una camioneta hasta llegar a la colina de San Antonio, donde culminó su oración.
El sacerdote Héctor Fabio García, de la parroquia San Óscar Romero, en Las Ceibas, siente que más que nunca la palabra de Dios debe resonar bien alto, tanto que tiene un bafle que utiliza en su vehículo para difundirla o para que desde el antejardín de la iglesia pueda oficiar las misas con megáfono en mano, invitando a la comunidad a rezar desde la sala de su casa o desde los balcones. “El mundo debe reinventarse ante el coronavirus”.
CALI
