Por Gerardo Quintero Tello
Jefe de Redacción de 90 Minutos
Tras la polémica generada luego de que el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, anunciara su intención de convocar a médicos cubanos para que le colaboren a la capital antioqueña en la lucha contra la pandemia del COVID- 19, uno de los mandatarios locales que respaldó a Quintero fue precisamente el Alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.
“La decisión del Sr. alcalde de Medellín de orientar todo su esfuerzo en salvar vidas es sublime y de gran responsabilidad y compromiso, si para ello busca la complementariedad global sin que importen los ideologismos convocando la multilateralidad debe ser copiada”, subrayó el mandatario caleño el domingo en la tarde, en su cuenta de Twitter.
No es la primera vez que Ospina, quien se recibió de médico justamente en Cuba, manifiesta su apoyo a la posibilidad de que galenos cubanos apoyen al país y específicamente a Cali en esta pandemia. Incluso, hay que recordar que, en marzo pasado, cuando apenas se conocían los primeros casos de coronavirus en la ciudad, el mandatario caleño habló de que la capital del Valle contaría con el apoyo de cuatro médicos epidemiólogos cubanos y hasta señaló que estaba buscando adquirir un cargamento de interferón, medicamento desarrollado en la isla caribeña y que ha sido utilizado de forma masiva para combatir los efectos de la enfermedad.
Más allá de la polémica, que en algunos casos ha tomado un giro ideológico, el Noticiero 90 Minuto indagó con distintas fuentes qué tan viable sería que Cali, al igual que Medellín, termine convocando a médicos cubanos para que ayuden a enfrentar esta crisis de salud. De hecho, ya el gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, también anunció su decisión de solicitar ayuda a Cuba. El mandatario seccional señaló en la carta que le envió al embajador isleño en Colombia, José Luis Ponce, que el equipo médico podrá contar con epidemiólogos, intensivistas y salubristas cubanos especializados en el manejo del coronavirus, con el fin de reforzar el talento humano de la región que viene librando la batalla frente a la pandemia. En Europa, esta solicitud también fue hecha por Italia y España, que contaron con apoyo de médicos caribeños para enfrentar la pandemia.
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Los datos de Colombia
Según el índice de profesionales de la salud de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), desde 2000 a 2015 por cada mil habitantes Colombia tenía 1.8 médicos generales, cuando la referencia es entre 3.4 y 5. En países como Suiza el promedio es 4.2 y Grecia alcanza el 6.3. No obstante, para el número de pacientes que genera el sistema de salud, el número de especialistas que se gradúa cada tres o cuatro años es insuficiente. Y aunque en Colombia la educación médica es de las mejores de Latinoamérica, pensar en abrir más especialidades en áreas básicas o ampliar sus cupos es un proceso que puede tomar años y demanda mucho presupuesto a cada universidad.
En cifras redondas, en Colombia hay alrededor de cien mil médicos generales y cada año se gradúan alrededor de cinco mil. La relación médico general con especialista es más o menos de cinco a uno. “De cada cinco generales uno es especialista y de cada cinco generales que se gradúa hay cupo para uno en cualquier de las especialidades. Hay un cuello en los cupos, se explica porque la formación para el tema de las especialidades médico-quirúrgicas se apropia como residencia, la formación requiere de educación personalizada, práctica total y un acompañamiento muy cercano”, dice el estudio.
Sin embargo, para el doctor Jorge Salazar Idrobo, médico jefe de la UCI de la Clínica Colombia, no es necesario en este momento hacer ninguna convocatoria de galenos venidos del exterior, pues aquí en la ciudad hay suficientes profesionales para atender la emergencia. “Lo que necesitamos es convocar y contratar a los médicos que están sin trabajo, que les paguen los salarios adecuados y que les den las herramientas necesarias en materia de bioseguridad para atender las emergencias a las que se ven abocados”.
El profesional agregó que en la región hay un material humano de excelsas capacidades y el país cuenta con universidades muy destacadas, por lo tanto, no se requiere traerse médicos de otras latitudes.
“Lo que deberían estar haciendo alcaldes y gobernadores es revisar las condiciones que tienen los médicos, qué tipo de contratos, cuáles son los medicamentos que se están despachando, si se está haciendo de manera oportuna y si se está brindando la mejor atención a la comunidad. La escasez y la no prontitud en la entrega de medicamentos sí repercuten en la calidad de la salud de los colombianos”, enfatizó Salazar.
Precisamente el caso más reciente que ilustra esta situación se presentó en junio pasado con el fallecimiento por coronavirus del médico Heandel Rentería Córdoba, quien trabajaba en el Hospital San Francisco de Asís de Quibdó y quien en reiteradas ocasiones denunció públicamente que tanto él como a sus compañeros les tocaba trabajar sin medidas de bioseguridad y, como si fuera poco, no recibían salario desde hacía ocho meses.
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El debate apenas comienza
Por el contrario, el concejal Fernando Tamayo sostiene que en una situación como la que enfrenta la ciudad, donde en los últimos días se ha alcanzado una ocupación superior al 80% en las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos, no se puede desestimar ningún apoyo.
“En el momento en que comiencen a faltar médicos especialistas para las UCI bienvenidos sean médicos de Colombia, Cuba o de donde quiera que sea que puedan venir a darnos un apoyo”.
Para el cabildante conservador lo que menos debe primar en una decisión de esas características es el factor político o que las determinaciones se tomen desde una orilla ideológica. “Cuando se le salva la ida a un paciente de COVID-19 lo que menos importa es de dónde sea la procedencia del médico. Hemos hecho un esfuerzo grandísimo para enfrentar el pico de la pandemia y si se llega a necesitar médicos cubanos o de donde sea, entonces bienvenidos”.
Una posición similar expresa la también concejala Ana Leidy Erazo, del Polo Democrático, quien considera que la decisión del alcalde de Medellín “es maravillosa” y puede ofrecer “grandes resultados” a la hora de enfrentar la pandemia del coronavirus en Colombia.
“El sistema de salud cubano tiene grandes avances y mucho que enseñarnos, me parece que es una idea que se debe replicar no solo en Medellín sino en Bogotá y en Cali. La llegada de médicos cubanos, sin duda, dará muy buenos resultados para atender la pandemia del covid en nuestro país”.
Por el contrario, otro concejal conservador, Milton Castrillón, considera que es un error convocar médicos de otras nacionalidades y se opone a la posibilidad de que en Cali se explore esta alternativa. “Necesitamos mayor personal médico, pero en Colombia los tenemos. Deploro que algunos alcaldes soliciten médicos de otros países, especialmente cubanos, no estoy de acuerdo”.
Para el cabildante lo que urge en los próximos días es convocar en la ciudad a los médicos que están cesantes y debidamente capacitados. “Hay suficientes médicos caleños, por eso los defiendo y creo que simplemente hay que iniciar la convocatoria y pagarles mejor, pero no necesitamos traer a nadie de Cuba”, enfatizó Castrillón.
El exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, también terció en este debate de ciudades y se declaró en contra de la posibilidad de que la capital antioqueña o cualquier otro municipio colombiano ‘importe’ personal de la salud. “No estoy de acuerdo porque es una propuesta despectiva para con los médicos de Colombia… Hay que confiar en nuestro personal médico, esos recursos que se pagarían a los cubanos deberían ser invertidos en mejorar nuestras condiciones hospitalarias y en pagar las deudas con nuestros médicos. No es momento de improvisar y si en una ciudad se agota el personal médico, hay que buscar primero a profesionales en otras regiones del país”, subrayó Gutiérrez.
Por su parte, el abogado Carlos Alberto Narváez, subsecretario de vivienda de Cali, tampoco quiso estar al margen del debate y manifestó que “las orillas y las ideologías de papel no le sirven a nadie, estamos en tiempos de solidaridad, tiempos de humanidad, la vida por encima de todo, a nadie le importa el sexo, la raza o la nacionalidad de un galeno, cuando la vida está en sus manos”.
La polémica está abierta y más pronto que tarde se abrirá una gran discusión en la ciudad: ¿necesitará Cali traer médicos de otros países, o más bien mejorar las condiciones laborales de los galenos de nuestra ciudad?
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