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Por huellas en un vaso cayó asesino de barranquillera que huyó 26 años

por Redacción BL
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Por huellas en un vaso cayó asesino de barranquillera que huyó 26 años

Entre cuatro y cinco meses puede tardar la extradición de Jaime Saade, quien asesinó a Nancy Mestre Vargas en 1994 y fue capturado el martes en Brasil, tras 26 años escabulléndose de la justicia. Así lo aseguró el comandante de la Policía en Barranquilla, el general Ricardo Alarcón, quien agregó que en Brasil se identificó a un hermano del homicida que ejercía como médico en ese país. “Hasta el momento no hemos podido precisar a qué se dedicaba el condenado, solo sabemos que estaba casado y que tenía dos hijos”, indicó.

En rueda de prensa celebrada el pasado jueves en el Comando de la Policía Metropolitana de Barranquilla, con presencia de Martín Mestre, padre de la víctima, se conoció que la captura obedeció al trabajo articulado entre la Interpol Colombia, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Embajador y Agregado de Policía en Brasil y la Interpol Brasilia.

Dicha articulación permitió la captura de Saade Cormane requerido por el Estado colombiano por el delito de feminicidio y acceso carnal violento, siendo condenado, en su momento, a 27 años de prisión.

«El procesado se encontraba prófugo de la justicia desde hace más de 25 años, utilizando diferentes identidades para evadir la acción penal. Esta persona estuvo en Estados Unidos y en diferentes estados del vecino país de Brasil», dijo Interpol Colombia.

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En ese sentido, fue desmentido que el entonces prófugo haya utilizado la identidad de Fabio D’ayala Valva, quien en realidad es un cardiólogo brasileño que nada tiene que ver con Saade Cormane. Al conocerse la noticia de la captura, en las redes sociales se comenzó a asegurar, por su parecido físico, que el profesional de la salud en Brasil era el asesino de Nancy Mestre,

La Policía amplió que el pasado 28 de enero se materializó la captura de Saade Cormane por parte de las autoridades judiciales brasileras en Bello Horizonte, a partir de información entregada por la Interpol Colombia, encaminada a su localización y registros dactilares, que permitieron establecer su identidad.

Así lucían Nancy Mestre y Jaime Saade en 1994, cuando el segundo se hizo prófugo de la justicia por el crimen de la joven barranquillera.

Los hechos

Los hechos por los que fue condenado Saade Cormane se remontan al 31 de diciembre de 1993, cuando este salió para una noche de rumba en compañía de la víctima (Nancy Mestre), ella entonces con 18 años.

Para la época, este caso generó indignación, especialmente en Barranquilla. El 5 de julio de 1996, el Juez Penal del Circuito de Barranquilla, condenó a Saade Cormane a 27 años de prisión, tras hallarlo responsable de homicidio y acceso carnal violento. Un disparo en la cabeza cegó la vida de la joven.

El 21 de abril de 1998, la Interpol Colombia publicó notificación roja con el fin de lograr la localización de este extraditable, convirtiéndose en objetivo prioritario para las autoridades colombianas.

A partir de unas huellas obtenidas de un vaso en febrero de 2019 en Brasil y que al parecer correspondían a Saade Cormane (fueron descartadas por Interpol Colombia ya que pertenecían a un ciudadano brasilero), se reabrió el caso investigativo en Brasil y continuó la búsqueda de más pistas.

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En abril de 2019, luego de una reunión de coordinación con las autoridades judiciales y la Policía Federal de Brasil en San Pablo, se da celeridad al proceso de localización del fugitivo.

«De ahí en adelante, se aporta información biográfica y dactilar conducente a facilitar la identificación del condenado. Finalmente, se formaliza la solicitud de extradición entre los dos gobiernos a través de la vía diplomática y se logra la captura el pasado 28 de enero de 2020 por parte de la Policía Federal en Bello Horizonte, cuando se identificaba con una licencia de conducción a nombre de Henrique Dos Santos Abdala«, explicó la Policía.

El día de la captura, gracias a unas huellas que dejó en una bebida que consumió en un lugar público, Saade fue identificado y capturado.

Así lo confirmó el coronel Carlos Currea, de la Interpol Colombia, quien agregó que el capturado se hacía pasar por un sujeto profesional de la medicina.

“Se hace un ejercicio judicial y hacemos un cotejo decadactilar en Colombia y logramos establecer que es esta persona (Saade). Se captura y se da la grata noticia de que es él”, explicó Currea.

Mestre

Martín Mestre estuvo de visita en la Policía Metrpolitana de Barranquilla, donde ha sido enterado de los pormenores de la captura en Brasil del asesino de su hija, Nancy mestre.

Inolvidable madrugada 

Al momento de la captura, Saade se identificó con papeles falsos por lo que también se le imputaron cargos por falsedad en documento público en Brasil. En ese sentido, las autoridades de ese país han dado a entender que el barranquillero debe responde por ese delito en suelo brasilero. Sin embargo, por la importancia del caso de Nancy Mestre, no se descarta que sea extraditado. 

Pasada la medianoche del 31 de diciembre de 1993, Martín Mestre y Nancy Vargas vieron por última vez con vida a su hija Nancy Mariana Mestre Vargas, de 18 años, estudiante del Marymount de Barranquilla, colegio de clase alta de la ciudad.

Acababan de desearse el feliz año en su casa del barrio El Poblado, cuando por la joven pasó a recogerla Jaime Enrique Saade Cormane, el cual la había invitado a una fiesta en otra casa de familia.

Martín Mestre recordó que la invitación de Saade, quien pisaba en aquel entonces los 30 años, le pareció bien, pues tenía buenas referencias de su familia y la percepción de que este era alguien decente.

La pareja salió de la casa de los Mestre Vargas con la condición de que la hora de regreso de la joven sería a las 3 de la madrugada del 1° de enero de 1994, lo que jamás se cumplió y marcó el inicio de la preocupación de los padres, al notar, tres horas después de lo acordado, a las 6 a.m., que ella no había llegado a dormir.

«Lo que hice fue salir a buscarla por todos lados», recordó Mestre. 

Lo primero que hizo Martín Mestre fue dirigirse hacia la residencia de Jaime Saade, quien vivía cerca de los Mestre Vargas. Allí, notó que había rastros de sangre y le dijeron que su hija había sufrido un accidente y se encontraba en la Clínica del Caribe.

«Llego y me encuentro con Alberto, padre de Jaime Saade, quien me dice Martín: tu hija quiso suicidarse y en este momento está siendo intervenida quirúrgicamente», relató Mestre. Nancy presentaba una herida de bala en la cabeza.

La angustia se adueñó de Martín Mestre, quien se vio en la necesidad de llamar a otros familiares para ir a darle la noticia a su entonces esposa. Todavía no se sabía con certeza si Nancy estaba muerta o viva.

«Regreso a la clínica y nos damos cuenta de que Nancy estaba envuelta en una sábana, desnuda, y con rastros de arena. Indagamos más y nos enteramos de que la tiraron en un monte, pero luego la recogen y la llevan a la clínica. Tengo entendido que el responsable se asesora y corrige el hecho de dejarla abandonada. A Saade le dijeron, ¿saliste con ella de la casa y aparece en un solar?», refirió.

Nancy Mestre permaneció 8 días en estado inconsciente hasta que se declaró su deceso. Tras lo ocurrido, Saade huyó por 26 años y luego fue sentenciado a 27 años de prisión.

«Quiero que me diga a los ojos por qué le hizo eso a mi hija. Que me diga quién más estaba allí, pues sabemos que no actuó solo, dado que aparecieron dos tipos de sangre. Han sido años de mucha zozobra luchando porque se hiciera justicia», agregó Mestre.

El padre de Nancy sustenta lo anterior en que el 2 de enero de 1994, al día siguiente de lo ocurrido, exámenes practicados a la víctima establecieron la presencia de fluidos que indicaban contacto sexual, hematomas en su zona íntima y golpes en el cuerpo.

El análisis de lo encontrado estableció que en la escena había otro grupo de sangre.

Supe que a Saade lo asesoraron y le hicieron corregir el hecho de haber abandonado a mi hija en un monte

Nancy sabría algo de Saade

A lo largo de estas casi tres décadas, Martín Mestre ha conocido una versión sobre los móviles que llevaron a Saade a asesinar y violar a su hija.

Una de esas hipótesis le llegó por escrito a través de una carta.

“Me decían que ese día mi hija estaba esperando a Jaime Saade, que él subió a su apartamento, pero en vista de que no regresaba, ella subió lo encontró con otros hombres maquillados y besándose, cosas así. A Nancy le habrían matado porque conoció un secreto de estos sujetos: que eran homosexuales. Sin embargo, eso es lo que dice la carta”, concluyó.

BARRANQUILLA

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