El Santo Sepulcro de Pasto es una Joya Artística de la Escuela Quiteña de los Dominicos y uno de los aspectos más destacados es su procesión anual durante la Semana Santa en Pasto.
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Uno de los aspectos más destacados del Santuario del Santo Sepulcro es su procesión anual durante la Semana Santa, cada viernes santo. Esta antigua tradición que atrae a miles de fieles que recorren las calles de Pasto en un acto de penitencia y reflexión.
En las calles de Pasto, Colombia, se venera una obra maestra única que cautiva con su belleza y trascendencia espiritual: el Santo Sepulcro.
Esta valiosísima joya artística, atribuida a la escuela quiteña de los Dominicos, es un testimonio del arte colonial y la devoción religiosa que han perdurado a lo largo de los siglos.
Según datos históricos, la imagen del Santo Sepulcro fue elaborada en 1720 y desde entonces ha sido objeto de veneración y admiración por parte de la comunidad pastusa.
Cada Viernes Santo, esta obra de arte sale en procesión, llevada en hombros por los fieles, en un acto de fe y devoción que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Pesa de alrededor de 964 kilogramos.
La obra artística Santo Sepulcro
El Santo Sepulcro es una urna bellamente decorada, de dimensiones que alberga la imagen del cuerpo de Jesús envuelto en edredones de terciopelo y cubierto por un sudario.
La urna está finamente tallada y adornada con laminilla de oro de 24 quilates.
En su parte superior, tres torrecillas con dibujos tallados y bruñidos en oro adornan la bóveda, rematadas por arcángeles que portan las insignias de la Pasión de Cristo.
La cámara que alberga la urna reposa sobre una plataforma sostenida por seis columnas esculturales, cada una adornada con laminillas de oro y esculpidas en forma de cariátides.
La reliquia, tallada en madera por el maestro Alfonso Zambrano en la Escuela de Artes y Ebanistería de los padres Dominicos en Quito, Ecuador, es un verdadero tesoro artístico y colonial.
Ubicado en la Capilla del Santo Sepulcro, en la carrera 7 con calle 21A, esta magnífica obra de arte religioso continúa siendo un punto de encuentro para la comunidad pastusa, que lo venera con respeto y fervor en la procesión del Viernes Santo.
