La CVC se reunió con la Alcaldía Distrital y actores comunitarios y sociales para llegar a acuerdos que beneficien al Pacífico vallecaucano. Seguridad alimentaria con agroecología, tratamiento de aguas residuales y un centro para la atención de fauna, algunas de las prioridades.
En el Hotel Tequendama Inn Estación, de Buenaventura, la CVC convocó a actores públicos, privados, étnicos y comunitarios para generar un diálogo alrededor del Pacífico vallecaucano, en cuanto a robustecer sus potencialidades ambientales y disminuir aquellas situaciones negativas que afectan los recursos naturales del territorio. La discusión giró en torno a buscar soluciones que permitan conservar y aprovechar la gran disponibilidad de agua del territorio, preservar las zonas de manglar, así como no dar la espalda al potencial agroforestal y forestal, los saberes tradicionales de las comunidades y el turismo de naturaleza.
«Nos han presentado 21 propuestas que hemos decidido sacar adelante, como hacer declaratorias de áreas protegidas, contribuirles con el sitio para la disposición final de residuos, muchos temas de educación ambiental, tratamiento de aguas residuales y acueductos comunitarios, en fin, tantos temas de los cuales el señor alcalde y su equipo han salido satisfechos, como siempre, todo de la mano de las comunidades», dijo Marco Antonio Suárez Gutiérrez, director general de la CVC.
Por su parte, el alcalde distrital, Víctor Hugo Vidal, manifestó que «se tocaron temas muy importantes no solo para el medio ambiente, sino para la vida de todos los bonaverenses. Es muy satisfactorio saber que la CVC y la alcaldía distrital nos podemos articular en función de la calidad de vida de toda nuestra población».
La idea de la autoridad ambiental es establecer un proceso de conservación de 200 hectáreas de manglar, apoyando a 20 familias mediante la construcción de estufas ecoeficientes -que eviten la tala indiscriminada y la contaminación del aire-, además de apoyar el diseño y construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales en la Bocana, Juanchaco, San Cipriano y Naya (Puerto Merizalde), con una inversión inicial calculada en 2100 millones de pesos. Esto también implicaría la construcción de los acueductos de Bazán Bocana (dado su reconocimiento como destino turístico) y de otras poblaciones rurales. Otro acuerdo es la siembra de 10 mil árboles de especies nativas.
En cuanto a la seguridad alimentaria con agroecología, se beneficiará a varias familias de las comunidades negras e indígenas que habitan en la zona rural del distrito. «También queremos incentivar a los emprendedores con iniciativas ambientales novedosas, que les generen ingresos económicos en armonía con el cuidado de los recursos naturales. Esto lo queremos hacer a través de negocios verdes y se pueden invertir importantes recursos, pero esto debe de ser la cuota inicial de un fondo económico que permita apoyar las propuestas presentadas. La educación ambiental resulta fundamental y vamos a apoyar en la formulación de la política de educación ambiental del Distrito de Buenaventura», complementó Suárez.
El espacio permitió que los distintos actores dieran inicio a una articulación para organizar un comité con los municipios que limitan con el río Dagua, a fin de que se realicen acciones para mejorar las condiciones ambientales de ese importante afluente. Otro proyecto de alta prioridad sería la construcción de un centro de atención a fauna silvestre: el Establecimiento Público Ambiental (EPA) de Buenaventura pondría los recursos para montar la infraestructura y junto con la CVC, se prestaría el servicio.
Un aspecto relevante será el apoyo en los diseños de obras de protección de orilla en las diferentes cuencas y zonas costeras, así como organizar un plan de descolmatación de material en ríos como el Dagua, Anchicayá, Calima, Naya y Yurumanguí. Como actividad preventiva en las temporadas invernales, se buscará dar apoyo para que el distrito implemente sistemas de alertas tempranas en las diferentes cuencas, con información en tiempo real, y se fortalecerá el comité de seguimiento a la minería, haciendo énfasis en ofrecerle a quienes optan por la ilegalidad, la generación de ingresos de manera legal y sostenible.
