Luego de que entre el 5 y el 17 de agosto estuvo abierta la inscripción para que los operadores de pagos digitales que en hay en Colombia hicieran parte de los grupos que participarán en la definición del diseño del Sistema de Pagos Inmediatos (SPI), que impulsa el Banco de la República, desde hoy se le da la partida práctica al proceso.
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El plan fue anunciado el pasado miércoles en la Convención Bancaria por parte de Leonardo Villar, gerente general del Banco de la República, quien dijo que se tomó la decisión de “avanzar hacia el desarrollo de un sistema de transferencias digitales inmediatas, seguras y eficientes, que sea totalmente interoperable con todos y que contribuya a la competitividad” de los mercados y al desarrollo del país.
Dijo que “pese a la llegada de nuevos actores y soluciones al mercado, hay restricciones de acceso y una falta de interoperabilidad plena que erosiona el potencial de las nuevas alternativas. Los depósitos o monederos electrónicos de bajo monto, por ejemplo, tienen un potencial de disrupción elevado y hoy ya suman 40 millones en número. Este número tan grande puede leerse como un gran éxito en el desarrollo de los monederos, pero refleja también el hecho de que, ante su falta de interoperabilidad, muchas personas deben tener varios monederos, y aun así no pueden hacer transferencias a cuentas de cualquier entidad financiera, lo cual genera ineficiencias importantes”.
Señaló que el desarrollo de estos instrumentos en Colombia se ha concentrado principalmente en los pagos entre personas, sin incluir posibilidades de pagos a negocios por esa vía, lo que reduce su capacidad de generar competencia y mayor celeridad en los pagos instantáneos.
En Brasil, donde hay un importante desarrollo de ese mercado el banco central impulsó el sistema de pagos inmediatos PIX.
Los participantes del sistema de pagos en Colombia serán convocados a través de grupos de trabajo donde se analizarán los desafíos y alternativas para implementar el SPI. Se elaborará una agenda de trabajo y se espera que hacia finales de noviembre se haga un diagnóstico completo y en diciembre se expida un documento de priorización.
Los ejes del SPI
El Banco de la República definió seis directrices para el SPI.
La primera es que debe tener acceso amplio, ofreciendo acceso a todos los participantes del sistema, bajo reglas uniformes y transparentes.
Debe ser interoperable a todos los participantes con los diversos instrumentos de pago que usan transferencias electrónicas. Asimismo, debe llevar innovación en la última milla, para promover que las entidades mejoren la conveniencia al usuario y amplíen la oferta de casos de uso.
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En cuanto a inmediatez, que la compensación y liquidación del pago sea en tiempo real, los 7 días de la semana y 24 horas del día.
Además, que tenga la característica de costo eficiente, aprovechando las economías de escala y los efectos de red de una plataforma unificada.
Y que sea seguro, para garantizar la robustez de la plataforma y las conexiones.
Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia, dijo que en el caso de Nequi, este tiene a través de Transfiyá, la posibilidad de ser interoperable con cualquier billetera o monedero digital y consideró positivo que el Banco de la República proponga que el núcleo central de la interoperabilidad del sistema propuesto esté en la liquidación y las compensación de los pagos.
El directivo dice que el sistema tiene que evolucionar y si no lo hace el banco central “va a intervenir hasta la llamada última milla, que en el caso de Nequi es Transfiyá y como un desarrollo de ACH”.
Por parte, Erick Rincón, director del Grupo TicTank de la Universidad del Rosario y expresidente de Colombia Fintech, dice que el SPI pondría a tono el desarrollo de la regulación del esquema de pagos con otras prácticas internacionales como PIX en Brasil y CoDi en México. Así, dijo Rincón, los diferentes grupos de interés construirán el modelo de pagos inmediatos en Colombia.
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