Monterrey y todo México se rindió ante dos colombianos que con su talento llevaron a los ‘Rayados’ a lo más alto del balompié ‘manito’. Stefan Medina y Dorlan Pabón se consagraron como campeones de la Liga MX, en uno de los estadios más famosos del mundo: El Azteca, sede de dos finales de la Copa del Mundo (1970 y 1986) y ante un rival de los quilates del América.
Medina, resistido cuando se pone la camiseta de la Selección Colombia, pero idolatrado por toda la afición regiomontana, fue protagonista de lujo de la quinta conquista de ‘Rayados’ en el fútbol mexicano. Anotó un gol en la victoria del juego de ida ante las ‘Águilas’ (2-1) y pese a que erró penal en la definición, cumplió un notable trabajo en materia defensiva, lo que le valió el reconocimiento del ‘Turco’ Antonio Mohamed, su técnico.
«Bendecido y privilegiado, mi familia mi todo gracias por siempre estar presentes», dijo Medina culminado el vibrante juego, acompañado de su familia, motor principal en esta gesta y sus amigos.
Por su parte, Pabón fue el capitán y el hombre de las ideas en el terreno de juego. Y de no ser por su magistral pase en el choque de vuelta para el delantero argentino Rogelio Funes Mori, cuando la ‘noche’ parecía venírsele encima al Monterrey, otra hubiera sido la historia. El famoso ‘Memín’ cumplió y con creces, convirtiéndose en uno de los símbolos de este proyecto deportivo.
Junto a estos dos compatriotas estuvo el delantero Avilés Hurtado, quien pese a que no tuvo los mismos minutos de sus compañeros también hizo parte de la nómina campeona, que rompió con nueve años de sequía a nivel local. Los tres jugadores tienen algo en común: Vistieron en el pasado la camiseta de Atlético Nacional, por lo que sus hinchas siguieron muy de cerca esta final e hicieron fuerza por sus guerreros.
En América también hubo presencia ‘Cafetera’ en esta gran final de la Liga MX. Los volantes ofensivos Nicolás Benedetti y Andrés Felipe Ibargüen, al igual que el delantero Roger Martínez, integraron la nómina orientada por Miguel ‘Piojo’ Herrera, que estuvo a un gol de haber asegurado su estrella número 14. Sin embargo, la gloria se esfumó a partir de un garrafal error de su compañero, el defensa Jorge Sánchez, que costó muy caro.
