Trinity Rodman se ha hecho su propio nombre en el campo de fútbol, pero ha tomado algo del enfoque implacable de su famoso padre que se puede resumir en una palabra: «Caza».
Es parte de lo que hace que la delantera de 21 años, hija del cinco veces campeón retirado de la NBA, Dennis Rodman, sea una de las estrellas de más rápido crecimiento del fútbol femenino.
Ahora ella está lista para una Copa del Mundo en Nueva Zelanda y Australia mientras Estados Unidos persigue un tercer título consecutivo sin precedentes.
Rodman dice que es su madre, Michelle Moyer, quien moldeó sus valores dentro y fuera del campo.
Pero a pesar de que el contacto con su padre es esporádico, ella ha visto algo en su juego que informa el de ella, a pesar de que sus deportes son diferentes.
«Vi a mi papá jugar mucho más de lo que la gente realmente sabe», confió Rodman mientras el equipo de EE. UU. se reunía en California antes de viajar a Nueva Zelanda, donde llegaron esta semana.
«Mi hermano vivía viendo los videos de mi papá».
Dennis Rodman, cuyos cinco títulos incluyeron tres con los Chicago Bulls liderados por Michael Jordan en 1996, 1997 y 1998, fue un siete veces campeón de rebotes de la NBA cuya extravagancia fuera de la cancha fue igualada por su intensidad, especialmente contra rivales más grandes como Shaquille O’Neal.
«Obviamente, mi papá es bastante bueno en los rebotes y con los rebotes, está cazando frente a la portería, está cazando cuando pierdes el balón y creo que una gran parte de mi juego es recuperar, retroceder y ser la primera persona en conseguir un pie adelante, una rodilla, una espinilla en algo que salta», dijo Rodman.
«Incluso si no era el primero debajo de la canasta o estaba al lado de Shaq, que era mucho más grande, mucho más alto, iba a obtener el rebote.
«Era el momento, era la anticipación, era el movimiento del cuerpo, era el posicionamiento, era todo».
– Contrato millonario –
Ese mismo tipo de coeficiente intelectual deportivo y valentía ha impulsado el rápido ascenso de Rodman.
A los 18 años se convirtió en la jugadora más joven reclutada en la Liga Nacional Femenina de Fútbol cuando el Washington Spirit la seleccionó con la segunda selección general.
Dos meses después, hizo historia al firmar el primer contrato de un millón de dólares en la historia de la NWSL.
Mirando hacia atrás, Rodman reconoce que el acuerdo agregó presión para demostrar que era digna de un acuerdo de siete cifras que había eludido a personas como Megan Rapinoe y Alex Morgan.
Hizo sentir su presencia de inmediato, anotando desde el banco en su primer juego.
Sin embargo, el rápido éxito, y la consiguiente presión para mantenerlo, hizo que la temporada de novato fuera a veces incómoda.
Pero su enfoque en la familia la ha ayudado a mantenerse con los pies en la tierra y su voluntad de aprender de los errores la ha llevado a seguir progresando en el campo.
Rodman ha marcado 19 goles en 63 partidos con el Spirit y cuatro en 18 partidos internacionales, incluido un doblete contra Gales en su último partido de preparación para la Copa del Mundo.
“No se trata de pensar solo en tus grandes actuaciones”, dijo.
«Antes, estaba tan atrapada en, ‘Solo quiero pensar en las buenas. No quiero ver las malas porque me hace sentir peor'».
«Pero creo que poder reflexionar y mejorar las cosas que no hiciste tan bien es realmente importante.
«Si no te ves fallar, nunca podrás arreglar esas cosas».
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