La Catedral de San Volodymyr en Kiev estuvo rodeada por cientos de fieles con canastas para ser bendecidas. En el interior, una mujer agarraba el brazo de un soldado y se giraba brevemente para besarle el codo. Otros soldados rezaron, sosteniendo un puñado de velas, luego se santiguaron. Una mujer mayor se inclinó lentamente y se abrió paso entre la multitud y los puestos de velas parpadeantes. Una mujer joven sostenía narcisos.
Con la iglesia ortodoxa dividida por las tensiones entre Rusia y Ucrania, algunos fieles esperaban que el día santo pudiera inspirar gestos de paz. “La iglesia puede ayudar”, dijo un hombre que solo dio su nombre de pila, Serhii, cuando llegó a una iglesia en Kiev bajo el patriarcado de Moscú.
Él y otros trajeron canastas para ser bendecidas por los sacerdotes para la Pascua, con movimientos de un cepillo rociando agua bendita sobre ofrendas de huevos teñidos en casa, velas encendidas e incluso botellas de Jack Daniels.
Los residentes de las aldeas rurales golpeadas por la guerra se acercaron a la festividad con cierto desafío.
“Celebraremos la Pascua pase lo que pase, no importa el horror”, dijo Kateryna Lazarenko, de 68 años, en el pueblo norteño de Ivanivka, en las afueras de Chernihiv, donde los tanques rusos en ruinas aún cubrían las carreteras.
«¿Cómo me siento? Muy nerviosa, todos están nerviosos”, dijo otra residente, Olena Koptyl, mientras preparaba su pan de Pascua. “Las vacaciones de Semana Santa no traen ninguna alegría. Estoy llorando mucho. No podemos olvidar cómo vivíamos”. Ella y otras 12 personas pasaron un mes refugiándose de los soldados rusos en el sótano de su casa antes de que los soldados se retiraran.
Ucrania se preparó el domingo para el primer viaje de alto nivel de Estados Unidos a Kiev desde antes de que comenzara la guerra el 24 de febrero después de que el presidente Volodymyr Zelenskyy anunciara que se reuniría con el secretario de Estado Antony Blinken y el secretario de Defensa Lloyd Austin.
Zelenskyy en una conferencia de prensa el sábado por la noche dio pocos detalles, pero dijo que esperaba resultados: “no solo regalos o algún tipo de pasteles, estamos esperando cosas específicas y armas específicas”.
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Oleksandr Stashevsky contribuyó a este despacho desde Ivanivka.
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