Arima Ederra comenzó a escribir su debut, un día de color naranja, después de una especialmente conmovedora tarde en el parque con un grupo de amigos que habían perdido a uno de sus padres. Cuando el sol se estaba poniendo, pintando el campo frente a ellos de color naranja, dos amigos saltaron de un árbol y comenzaron a correr. Ederra saltó detrás de ellos y poco después escribió «Free Again», una canción cálida y exploratoria que se deleita en la libertad y la seguridad de la infancia. El espíritu de la canción, optimista pero informado por una tristeza justo fuera del marco, define el álbum. Estas suaves canciones de cuna R&B con inflexión reggae insisten en apreciar la belleza, incluso cuando Ederra tiene que encontrarla y crearla por sí misma.
A lo largo del álbum, Ederra sitúa imágenes específicas sobre el amor y el anhelo en un capullo de asombro y gratitud, señalado por suaves melodías de guitarra, tonos cristalinos de tambores de acero y teclas centelleantes. El dolor y la alegría están especialmente entrelazados en la forma en que Ederra canta sobre su familia. “Drugz/Wooden Wheel”, escrita después de que Ederra gastara sus últimos $50 en un regalo para su madre, transforma un momento de ansiedad en una meditación sobre la gratitud familiar. Ella canta, «No puedo comprar drogas, gasté mi dinero en mi mamá/Le compré rosas por docena, ella vive para mí y mi hermano». Ella acumula impulso, acelerando su entrega vocal mientras repite «Niña, ¿por qué lloras? / Está volviendo a ti ahora». “Yellow Cabi”, una suave balada para piano, es un hermoso tributo a su difunto padre, que era taxista. Su voz es tierna y melosa cuando detalla sus noches conduciendo solo, manteniendo a su familia. Estas canciones serpenteantes y doradas revolotean entre lo autobiográfico, que puede ser solitario y pesado, y lo fantástico, que sirve como un contraste emocional y un indulto.
A pesar de sus temas de pérdida, la música de Ederra mantiene un sentido de esperanza. Sus canciones a menudo adquieren un tono de oración, lo que le permite pensar más allá de las circunstancias inmediatas. “La fe es lo que nos hace hermosos”, ella explica, “como poder ver lo inimaginable, o poder creer que las cosas pueden ser mejores”. El tema de apertura, “Letters From the Imaginary”, establece un tono asombrado con su arpa brillante y voces en capas como nubes. Ederra nos invita a lanzarnos de cabeza a su narrativa onírica: “Take my hand now”, canta. “Te mostraré mundos por encima de las nubes”. “Dual Skies” trata sobre alguien que está de luto por la pérdida de un hermano menor. Pero también es una de las canciones más triunfantes del álbum: la voz de Ederra es ansiosa y determinada mientras canta sobre un tono de sintetizador brillante y entrecortado. Vuelve a utilizar el lenguaje de lo imaginario para afirmar que el amor trasciende el tiempo y el espacio, existiendo eternamente entre las personas que lo han compartido, incluso cuando “aman entre dos cielos”.
