El informe de Gastometría de cierre del primer semestre de este 2024, elaborado por Raddar, muestra que el gasto real de los hogares colombianos, en términos reales, tuvo una contracción anual de 1,90 %, acumulando así tres meses de nuevo ajuste, o 20 meses desde noviembre de 2022.
El informe detalla que el gasto real de los hogares colombianos fue de 84,9 billones de pesos, registrando un crecimiento del 5,14 % en términos corrientes respecto al mismo mes del 2023, cuando se registraron 80,7 billones de pesos. Sin embargo, este dato se encuentra por debajo del registrado en mayo, cuando fue del 7,14 % respecto al mismo mes del año pasado.
A nivel trimestral, según Raddar, el gasto de los hogares tuvo una variación del 6,4 % en el segundo trimestre del 2024 respecto al mismo periodo del 2023 y, en términos reales, tuvo una variación del -0,7 %.
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En temas de colocación crediticia (a la que se le suma la generada con tarjeta de crédito, consumo – libre destinación e hipotecaria) tuvo un crecimiento anual del 6,3 %, esto debido, según explica la institución, «mayormente a la dinámica en colocación de crédito hipotecario frente al año pasado solamente 8,1 %«.
Raddar también pudo determinar que el salario mínimo real en vigencia tuvo un incremento anual de capacidad de compra del 4,57 % y de salario por ocupado del -2,6 %.
Gasto de los hogares
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En términos simples, el gasto de los hogares tuvo un retroceso en el sexto mes del año en curso, respondiendo a un repunte de la inflación en bienes no durables, pues algunos productos alimenticios vuelven a hacer presión en el bolsillo y en la capacidad de gasto de los hogares colombianos.
Raddar agrega que la inflación en los servicios públicos domiciliarios (agua, gas y energía) se mantiene estancada y, teniendo en cuenta el peso que tienen en el gasto de cada hogar, puede ser un factor que puede contribuir a que el gasto se frene.
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«En la tendencia mensual, junio es un mes que suele caer frente a mayo ante la temporada de Día de la Madre, pues pese a que en junio también se celebre el Día del Padre, no es de tal magnitud«, explica Raddar.
Por otro lado, el centro de estudios afirmó en su informe que la pérdida de creación de empleo, especialmente en el mercado informal, que representa más del 50 % de los ocupados del país, puede estar afectando los ingresos de muchos hogares, donde en el acumulado de 12 meses del ingreso real por ocupado, cerró en este terreno negativo.
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Raddar explica que, durante el primer semestre del año en curso, los hogares del país gastaron un total de 514,3 billones de pesos, es decir, un crecimiento del 7,23 % respecto al mismo periodo del 2023, no obstante, asegura que si se tiene en cuenta el dato de inflación promedio de 7,49 %, el volumen de productos que los hogares pudieron adquirir se contrajo un 0,24% anual.
Parándose en un periodo de diez años (2010-2019), Raddar explica que este refleja «como el gasto de los hogares tiende a ser mucho más positivo en el segundo semestre del año, dinámica que, ante la inflación del 2023, no pudo cumplirse y que en medio del lento freno de la inflación en 2024 puede apretar el bolsillo de los hogares en los próximos meses«.
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De esta forma, se puede evidenciar, según el centro de estudios, cómo el comportamiento anual en lo corrido del 2024 han experimentado una dinámica diferente, siendo los primeros meses los que registraron una mejor dinámica, acompañada por una «importante» reducción de la inflación en sectores como el transporte y los alimentos, así como una mejor percepción registrada en la confianza del consumidor, medida por Fedesarrollo, como también en la sensación de ampliar o mantener igual el abanico de compra que el mes pasado, medidas por el Consumer Track de Raddar.
«En contraste, a partir de marzo, donde la inflación empezó a mostrar señales de estancamiento en su reducción, el gasto real ha mostrado una dinámica negativa que terminó por afectar mucho más a junio, cuando la inflación volvió a crecer«, asegura Raddar.
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Para junio de 2024, la inflación anual general presentó su primer repunte desde que comenzó el proceso de desaceleración en marzo de 2023. Según Raddar, la rigidez evidenciada por la inflación de los servicios, especialmente los regulados, sumado al repunte que ha experimentado la inflación de alimentos, explica este fenómeno.
En el caso de los alimentos, la mayor presión vino de productos perecederos, impulsados por las dinámicas «particulares» de bienes como la papa, la cebolla, algunas frutas, las hortalizas y las legumbres frescas. En general, este conjunto presentó un repunte en el primer semestre del año, hasta llegar hasta el 7,84 % en junio.
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«Este comportamiento puede responder no solo a afectaciones en los ciclos de cosechas de algunos productos debido a los efectos climáticos del ya finalizado fenómeno de El Niño, sino que también pueden relacionarse con la tendencia al alza en los precios de los alimentos a nivel mundial, según el índice de precios de la FAO, así como a mayores presiones del lado de fletes y del tipo de cambio que pueden estar impactando la dinámica de precios de importados«, asegura Raddar en su informe de Gastometría.
Ya hablando de los alimentos procesados, varios de estos siguieron presentando fuertes presiones en el sexto mes del año, lo cual puede indicar que factores como los gravámenes a este tipo de alimentos siguen pasando factura a los hogares, sobre a todo a los de menores ingresos. Sin embargo, Raddar menciona que el consenso de varios analistas apunta a que la desaceleración de la inflación se retome este segundo semestre.
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El caso de la papa ha sorprendido, pues siendo un producto que se ha visto afectado en sus ciclos de cosecha dado a las altas temperaturas causadas por el fenómeno de El Niño, sigue siendo un bien primario «no sacrificable» para los hogares, pese a la presión que este evento climático ha generado en su precio.
Según se explica en el informe, los hogares aumentan su asignación de gasto en papa. Sin embargo, al observar la frecuencia de compra de este producto en momentos de alta inflación, al parecer, los hogares optan por realizar compras más frecuentes de este producto, «probablemente reduciendo la cantidad de producto, pero asegurándose de mantenerse abastecidos«.
Pese a experimentar una caída en el primer semestre del año, la frecuencia de compra de papa (por lo menos, una vez a la semana) en Colombia, en un promedio móvil de 12 meses, se ubicó en junio en un 74,92 %, esto por encima de la inflación anual del precio de este alimento, la cual se ubicó en el mismo mes en un 64,29 %.
Rubros que caen, pero que siguen sobre la inflación general
Pese al reciente repunte en la inflación nacional, los sectores que se encuentra por en cima del dato del IPC general siguen mostrando reducciones.
En el caso del rubro de las comidas fuera del hogar, la inflación de este pasó, en cuestión de un año, de un 18,08 % en junio del año pasado, a un 9,64 % en junio del año en curso. El gasto en educación mostró un comportamiento similar, pues registró en junio del año pasado una inflación del 11,41, mientras que en el sexto mes de este 2024 quedó en 9,33 %.
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La vivienda también tuvo un comportamiento anual a la baja, pasando de una inflación de 9,23 % en junio del año pasado, a estar en un 8,31 % en el presente año. Sin embargo, este dato se encuentra por encima al registrado en mayo, cuando se ubicó en 8,22 %.
Caso similar es el del rubro de alimentos para el hogar. Pese a una significativa reducción, pasando de 14,29 % en junio del año pasado a 5,65 % en el mismo mes del año en curso, este último dato, a la vez, representa un incremento respecto a mayo, cuando este se ubicó en 4,15 %.
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En cuanto al rubro eléctrico, es el que mostró mayores reducciones, pasando de un 6,65 % en junio de 2023 a un -6,23 % en junio de 2024.
«Ante el repunte de precios en algunos alimentos, la canasta vuelve a ganar terreno dentro del bolsillo de los hogares frente a junio de 2023, lo que puede recortar el espacio en canastas más sacrificables como moda, electro o algunos productos y servicios de bienestar. Comidas por fuera del hogar lidera la inflación en junio, lo que puede generar un mayor desembolso de dinero en esta canasta y con ello un mayor espacio en el bolsillo, teniendo en cuenta, que esta pudo volverse parte de la cotidianidad de muchos hogares y, por ende, no sacrificable. Educación, con una inflación que viene cediendo lentamente ha ganado terreno en el bolsillo, lo que responde a su vez a la temporada de mitad de año para esta categoría» explica Raddar.
JUAN MARTÍN MURILLO HERRERA
Periodista de Portafolio
