La iniciativa, de la Fundación Paz y Reconciliación, busca dar participación a personas e instituciones que luchan por el bienestar de la comunidad del puerto.
León Valencia, director de la Fundación, señaló que pondrán su experiencia como investigadores sociales y comunicadores a favor de esta región del Pacífico colombiano.
«Necesitamos los ojos y las miradas de todos para poder llegar al centro de la problemática y también a las posibilidades de solución», declaró por su parte Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura.
Este municipio vallecaucano ha vivido graves hechos de violencia como las casas de pique y muertes selectivas de líderes y miembros de la comunidad. En materia de corrupción, los últimos cuatro alcaldes han terminado encarcelados.
«El caso de Buenaventura es uno de los más complicados en materia de corrupción administrativa y política: el cuarto alcalde destituido, las mismas prácticas de siempre que es el saqueo de los recursos de la educación por medio de estudiantes fantasmas, el saqueo de los recursos de la salud», dijo Ariel Ávila, subdirector fundación paz y reconciliación.
La conclusión que queda es que en el puerto la corrupción y la violencia simplemente amainan, pero no desaparecen.
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