En una carretilla que contenía ocho bolsas plásticas las autoridades encontraron ayer, en la mañana, en la calle 12B Sur con la carrera 51 B, sector de Guayabal, el cadáver desmembrado de un hombre.
Este hecho se sumó a otros tres casos ocurridos en las últimas dos semanas en El Chagualo, centro de Medellín, y en un paraje despoblado de Belén Aliadas.
Estos episodios, además de preocupación generaron polémica ya que algunos estudiosos de la violencia en la ciudad afirmaron que en el Valle de Aburrá hay casas de “pique”, similares a las detectadas en Buenaventura, Valle del Cauca.
Luis Guillermo Pardo, presidente del Centro de Consultoría del Conflicto Urbano, C3, aseguró que las “casas del terror” (en Buenaventura las llaman “casas de pique”, han existido y siguen existiendo en Medellín. Son viviendas cercanas a quebradas, de tapias y paredes gruesas donde los ilegales resuelven sus problemas. Aseveró que en el centro de Medellín hay locales asociados a estas prácticas.
“Las víctimas son secuestradas y llevadas allí y luego de obtener información y recuperar lo que tienen que recuperar, las descuartizan. Las empacan en bolsas plásticas y buscan lanzar los cadáveres a las quebradas o al río Medellín para borrar evidencias.
Según Fernando Quijano, director de la Corporación Corpades, estas casas de la tortura sí existen.
Recordó que menores también han sido víctimas de estas prácticas, como ocurrió con dos niños desmembrados en la Comuna 8, a finales de 2013. El crimen se llevó a cabo en un rancho de una plancha de una casa destinada para esa práctica.
El secretario de Seguridad de Medellín coronel retirado Servio Vargas, dijo que es innegable y “sí tienen un lugar donde les quitan los miembros a las personas que asesinan, pero hay que investigar más para saber si sí hay “casas del terror o de pique”.
De los cuatro eventos de este mes, ocurridos, uno el 16 de Septiembre, en El Chagualo y otros dos en Aliadas, el 19 de septiembre, además de ser desmembradas, las víctimas presentaban impactos de bala. El cuarto cadáver, el de ayer en Guayabal tenía alto grado de descomposición.
“Deducimos que querían tirar estos cuerpos al río para no dejar evidencias”, dijo.
Una de las víctimas de Belén siete días antes había sido objeto de un atentado y la Policía hirió a uno de los agresores. El otro había reconocido ante la Fiscalía ser el autor de más de 40 homicidios en Yarumal y se verifica si su muerte está relacionada con hechos ocurridos en Medellín o viene de este tema.
Jorge Giraldo, decano de la Escuela de Humanidades de Eafit, dijo que en los estudios de seguridad que han hecho en Medellín no han registrado este tipo de hechos.
“En el crimen hay fenómenos que en Sociología se llaman de difusión e imitación, pero que no tienen como en estos casos relevancia estadística para hablar en términos de “casas de pique”, concluyó.
Fuente: El Colombiano
