Si hay algo que ha quedado claro en esta coyuntura mundial, es que, superada esta emergencia, la forma en que nos comportamos e interactuamos como personas y sociedad tendrá cambios sustanciales y que la tecnología está ahí para dar un apoyo importante.
Andrés Robatel, gerente de Linio para Colombia, sostiene que esta pandemia ha demostrado que plataformas de comercio electrónico, como la que está a su cargo, se han convertido en vehículos que, más allá de vender en línea, pueden ofrecer mecanismos de ayuda para la sociedad, orientando y siendo un actor que permita controlar la especulación de productos esenciales para la emergencia sanitaria que se vive.
¿De qué manera estas plataformas ayudan a las personas en una crisis como la actual?
Una de las cosas que más me mueven es el rol social y la función que cumple el comercio electrónico. Quienes nos dedicamos a esta actividad tratamos de desarrollar ese enfoque de transmitir con más fuerza el mensaje de que quedarse en casa es la forma más defensiva de combatir este virus.
Pero, además, buscamos crear conciencia alertando a las personas sobre cómo recibir un producto, qué medidas de seguridad tomar para evitar el contagio.
Hay otro gran tema, y a lo mejor mucha gente no lo percibe, y es que nos concentramos en las empresas, sus empleados y familias que dependen de las ventas por internet para que puedan seguir operando. En Linio tenemos unas 3.000 a las que les hemos orientado sobre su labor, porque tienen que desplazarse hasta sus bodegas y negocios para proveer sus productos, por ello nos hemos reunido con el Gobierno, Fenalco y la Cámara Colombiana de Comercio electrónico, para que puedan hacer su trabajo.
¿Y de cara al cliente qué están haciendo?
Desde la aparición del virus en el país pusimos en marcha mecanismos de detección de precios sobre productos de primera necesidad que corrían el riesgo de desabastecimiento. Empezamos a monitorear ciertas categorías todos los días para evitar especulaciones, y cuando vimos que algunos estaban por fuera del mercado contactamos a los vendedores para solicitarles los ajustes del caso, pues de lo contrario tendríamos que bloquearlos. Alcanzamos a dar de baja a algunos, pero pronto entendieron y corrigieron esa situación.
¿Esto ha sido suficiente para atender la creciente demanda?
Siempre hará falta algo, pero le dimos prioridad a todos los despachos de primera necesidad como de alcohol, tapabocas, geles, pañales, paños húmedos.
Impulsamos, además, un servicio para que los vendedores nos entreguen sus inventarios y nosotros desde nuestras bodegas nos encargamos de toda la logística: recibimos órdenes, alistamos paquetes y los despachamos, para ser más rápidos y eficientes en los envíos, sin costo adicional, así evitamos que esas personas se expongan al virus.
¿Con esto cambió lo que se compra en línea?
Lo que más vendíamos antes eran celulares y productos de tecnología. Videojuegos y artículos deportivos se disparaban en ciertas épocas, como Navidad. Lo que vemos ahora es que las categorías estrellas son productos relacionados con teletrabajo, como sillas de escritorio; artículos para deporte en casa, como máquinas estáticas; la categoría de entretenimiento en casa está disparada con ventas de televisores, consolas, juegos de mesa familiares, pero también muchos elementos de cocina, pequeños electrodomésticos, porque la gente tiende a cocinar más como hobby, y, desde luego, productos de salud y belleza, de higiene personal, farmacia y cuidado para bebés.
¿Qué tanto han crecido las ventas?
A nivel de tráfico crecemos cerca del doble del año pasado. Pero lo curioso es que hoy más gente de la que entra está comprando, estas plataformas antes eran más una fuente de información, de comparación deprecios, de mirar las características de un producto. En términos de ventas crecemos por encima del 300 por ciento, y categorías como deportes lo hacen al 500 por ciento. Si hay algo positivo de esta coyuntura, es que este hábito de compra que han adquirido muchas personas permanecerá más allá de esta emergencia.
ECONOMÍA Y NEGOCIOS
