A pesar que los pronósticos de la Administración Nacional Oceánica Atmosférica (NOAA por sus siglas en ingles), del Ideam y de la Red Hidroclimatológica de la CVC, han indicado que el primer trimestre del 2019 será de altas temperaturas y de disminución en los caudales de los ríos, la caída de algunas lluvias, han confundido a la ciudadanía acerca de la situación climática. Es más, el 9 de enero llovió durante horas en la ciudad de Cali.
Sin embargo, la CVC quiere exponer las razones de las precipitaciones y decirle a ciudadanía por qué no debe bajar la guardia frente al verano agudizado por el fenómeno de El niño.
Actualmente, los caudales del río Cauca continúan bajos para este mes con niveles que alcanzan entre el 31 % y 61 % de la media histórica de este mes. Los ríos tributarios como el Tuluá, Lilí, Meléndez, Cali, Timba, Amaime, Fraile, entre otros, también se encuentran en esta situación, con una disminución promedio de entre el 10 y 20 por ciento. Esta situación se va a intensificar porque no habrá casi lluvias durante enero y la situación seca se agudizará en el mes de febrero.
Pese a que la temperatura más alta registrada desde diciembre de 2018 fue de 34.5 grados centígrados a la sombra, Cali tendrá garantizado el suministro de agua porque se alimenta principalmente del río Cauca –con caudales entre 100 a 130 metros cúbicos a su paso por Puerto Mallarino—, regulado por el embalse de Salvajina que se encuentra en niveles óptimos, a excepción quizás de las zonas de ladera; donde se depende de ríos tributarios como Meléndez (que alimenta el acueducto de La Reforma) y Cali (que alimenta el acueducto de San Antonio).
En cuanto a la ocurrencia de incendios, éstos ya se han presentado y el llamado es a evitar la quema de material o la realización de fogatas en los cerros y en general, en zonas verdes.
Es muy probable que en este mes se declare oficialmente el fenómeno de El Niño, lo que podría repercutir en la afectación del periodo de lluvias que se daría en abril y mayo, con un déficit pronosticado de entre el 10 y 20 por ciento en la Región Andina del departamento, frente a los registros históricos.
Según Rubén Darío Materón Muñoz, director general de la CVC, la ventaja de tener Salvajina en buenos niveles permite “descargar agua y aumentar caudales que no aportan los tributarios a su paso por Cali y el norte del Cauca.
Se está haciendo un manejo diario y controlado, primero, para diluir porque hay descargas contaminantes que afectan la calidad del agua del principal río de los vallecaucanos”.
¿Por qué llovió?
Según Harold González, de la Red Hidroclimatológica de la CVC, se presentó una entrada de humedad desde el Pacífico y el sur del país, que generaron inestabilidad atmosférica provocando lluvias en la región, pero “respecto al fenómeno de El Niño, las condiciones ya están dadas, la temperatura superficial del Océano Pacífico está más caliente de lo normal y las condiciones atmosféricas, con vientos que prevalecen desde Australia hasta Suramérica, trayendo agua caliente a las costas y unas ondas Kelvin que han llegado al Perú, dan forma de afirmar que prácticamente estamos con el fenómeno de El Niño”.
Este fenómeno será entre débil y moderado y no irá más allá del primer semestre del año. Si bien se puede llegar a 35 grados centígrados a la sombra, la sensación térmica experimentada por los que están expuestos directamente al sol podría ser de entre 37 y 39 grados. En 1997, el último registro más alto tomado por la CVC fue de 36.4 grados a la sombra.
