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A las elecciones legislativas 2014 el porcentaje de los que no votaron es alrededor del 60%. Así que la mayoría de los colombianos no quiso mostrarse de acuerdo con ningún partido o candidato. Es importante que los elegidos sabiamente no olviden estos datos. No es oportuno manejar el poder legislativo sin considerar que la mayoría de los colombianos no esta de acuerdo con casi nada de las propuestas planteadas como tampoco con los que podría hacer el Congreso.
Parece que sigue actual la amarga consideración de William Ospina en 1996 (Colombia: el proyecto nacional y la franja amarilla). “Si hay algo que nadie ignora es que el país está en muy malas manos. Quienes se dicen representantes de la voluntad nacional son para las grandes mayorías de la población personas indignas de confianza, meros negociantes, vividores que no se identifican con el país y que no buscan su grandeza”. Parece que para solucionar los problemas que a diario afectan la vida de los colombianos, hay que mirar hacia lo alto donde las investigaciones policiales no quieren (y en general no pueden) llegar. No solo en Colombia sino en todo el mundo la democracia se enfermó. Hay estudios (de la organización no gubernamental Freedom House), que consideran el 2013 como otro año mas en el cual la libertad global bajó de nivel.
Los gobiernos democráticos se acostumbraron en alimentar deudas enormes para hacer felices a sus electores en breve plazo, descuidando las inversiones a largo plazo. En el mundo la crisis financiera ha declarado insostenible una democracia fundada en la deuda. (Imagínese lo que pasa donde la deuda del estado nace desde el robo de la plata publica más que desde unas exageradas inversiones a breve plazo: hay deudas enormes a pesar que nunca llegó algo para favorecer el bienestar del pueblo).
Si el 60% de los colombianos no votó, hay que considerar que solo el 1% de los británicos esta inscripto en un partido político, la afluencia a las urnas bajó mundialmente de 10 puntos de porcentaje entre los años 1980-1984 y los años 2007-2013. Cuando algo funcionó en las democracias, fue sobretodo gracias al considerar que, por el echo de tener una mayoría de votos expresados, nadie tenía el derecho de hacer lo que le daba la gana. (Los disturbios que están pasando en Venezuela, donde en 2013 Nicolás Maduro ganó con el 50,61%, lo confirma evidentemente).
La democracia podría traer beneficio desde las ciudades y los pueblos. Las alcaldías serian para la libertad una oportunidad preciosa, ofreciendo al pueblo el poder del voto y la representación más directa. Podrían ser como una escuela, donde el pueblo aprende y goza de esta experiencia sabia y civil.
Podrían… serían… si las alcaldías no fueran las peores y mas directas experiencias de la deshonestidad que derrumba la democracia.
