En su intervención, Obama apelará a «lo mejor que hay en nosotros» para que israelíes y palestinos aprovechen la oportunidad que representan las actuales conversaciones y lleguen a un acuerdo de paz.
El presidente alude a las conversaciones directas de paz que comenzaron en Washington el pasado 2 de septiembre y que continuaron la semana pasada en Sharm el Sheij, en Egipto, para reconocer que «muchos son pesimistas acerca de este proceso» y opinan que la paz «simplemente no es posible».
Los cínicos, apunta, consideran que israelíes y palestinos cuentan con demasiada desconfianza mutua o que los opuestos a la negociación en ambos lados intentarán dinamitar el proceso, con palabras o con bombas.
«Consideremos la alternativa», insta Obama, que recuerda que si no se logra un acuerdo «los palestinos nunca conocerán el orgullo y la dignidad que concede el tener un Estado propio».
Por su parte, los israelíes «nunca conocerán la certidumbre y la seguridad que dan unos vecinos estables y soberanos comprometidos con la coexistencia», advierte.
«Se derramará más sangre. Esta Tierra Santa continuará como un símbolo de nuestras diferencias, en vez de nuestra humanidad común», continúa el presidente.
Aunque la paz deben acordarla israelíes y palestinos, «todos nosotros tenemos responsabilidad también», agrega.
«Los que somos amigos de Israel debemos entender que la verdadera seguridad del Estado judío requiere una Palestina independiente, que permita a los palestinos vivir con dignidad y con oportunidades», indica el presidente estadounidense en su discurso.
Por su parte, «los que somos amigos de los palestinos debemos entender que los derechos de los palestinos sólo se ganarán mediante medios pacíficos. Y eso incluye una reconciliación auténtica con un Israel sano y salvo».
En un mensaje directo a los Estados árabes, Obama insta a los firmantes de la iniciativa árabe de paz a «aprovechar esta oportunidad de hacerla realidad describiendo y demostrando la normalización que promete a Israel».
También apela a los países árabes a ayudar a la Autoridad Palestina política y financieramente para que este pueblo pueda erigir las instituciones de su Estado, y reclama que los partidarios de una Palestina independiente «dejen de intentar echar abajo a Israel».
Tras sesenta años, la existencia de Israel no puede quedar en duda, insiste el presidente estadounidense. «Es un Estado soberano, y la patria histórica del pueblo judío», insiste.
Cualquier esfuerzo por dudar de la legitimidad de la existencia de Israel «se encontrará con la oposición inquebrantable de Estados Unidos», explica.
Las amenazas de matar israelíes, continúa Obama, «no harán nada por ayudar al pueblo palestino».
«La matanza de israelíes inocentes no equivale a resistencia, sino a injusticia… El valor de un hombre como el presidente Abás, que defiende a su pueblo frente al mundo, es mucho mayor que el de quienes lanzan cohetes contra mujeres y niños», sostiene.
Naciones Unidas
EFE
