Siete mil personas recorrieron las calles del Puerto en protesta por el carro bomba instalado hace una semana en el centro de la ciudad.
Una semana después del carro bomba en pleno corazón de Buenaventura cerca de siete mil personas, vestidas con camisetas blancas, se volcaron a sus calles a decirle no a los violentos.
Con el lema ‘Los buenos somos más’, los porteños protagonizaron la jornada de protesta y repudio a los hechos violentos registrados el pasado 24 de marzo en el que murieron seis personas y 45 resultaron heridas. La explosión también dejó 52 viviendas y establecimientos comerciales afectados.
“Esta marcha ha sido un compromiso con la vida para que no se derrame más sangre en Buenaventura, para que sigamos siendo solidarios con toda nuestra comunidad”, dijo el obispo de la ciudad, monseñor Héctor Epalza.
Con voz firme, en medio de la homilía celebrada en plena Carrera 4 con Calle 2 (el sitio del atentado), el obispo condenó “este acto barbárico contra la gente pacífica del Puerto”.
Una de las asistentes a la marcha fue Yaneth Valencia, madre de la joven vendedora de minutos Ingrid Vanessa Benítez, quien perdió la vida en el atentado. La joven tenía 21 años y vivía en el barrio Nueva Frontera con su hija hija.
“Me quitaron mi hija que era todo para mi”, recordó la mujer, mientras miraba hacia la esquina del hotel donde trabajaba su hija.
Todos los días Ingrid Vanessa llegaba a esa esquina para vender minutos. Sus amigos en el sector de la Carrera 4 con Calle 2 la recuerdan como una persona extrovertida. “Ese día la vimos tan contenta”, dijo Yolanda, otra mujer que vende chontaduros en esa zona .
Aunque los familiares del vigilante Óscar Antonio López Orozco, otro de los muertos, no asistieron a la marcha, sus amigos le rindieron un homenaje. “Era un hombre bueno, gran trabajador, de noche vigilaba y en el día nos colaboraba haciendo mandados, trabajo con nosotros como seis años», aseguró Guillermo Rodríguez, propietario de uno de los locales afectados.
Los amigos del policía Victor Manuel Chía también marcharon, llevando su foto. Ellos recordaron al heróe que estando herido ayudó a rescatar a varias de las personas afectadas por la bomba.
Luego fue llevado al hospital del Puerto y de allí remitido a Cali, donde murió dos días después .
Las autoridades señalaron a las Farc como las responsables del carro bomba. El Frente Manuel Cepeda estaría detrás de este atentado.
Sus amigos, aseguran que el patrullero Chía “jamás será olvidado en Buenaventura”.
Y no lo olvidaran porque su nombre, junto con el de las otras cinco víctimas fatales del terrorismo, quedó grabado en una placa ubicada en la pared exterior del edificio de Rentas del Departamento, el mismo que en un gran sector fue semidestruido por el carro bomba.
