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Alcanzar el “nirvana” al trabajar desde casa es posible. Y no, no estoy hablando de la banda de rock de los años 90. Me refiero al estado de realización que persigue la filosofía budista, y cómo luce en aquellas organizaciones que han aprendido a dominar el teletrabajo.
La idea de alcanzar el “nirvana” al trabajar desde casa la tuvo Matt Mullenweg, quien a los 19 años creó WordPress. Hoy, la firma tecnológica está valuada más de mil millones de dólares, sin embargo, nunca verás el nombre de WordPress en la cima de un edificio de oficinas.
La razón es muy simple: Automattic, la empresa matriz de WordPress, no tiene una sede física. Sus más de 850 empleados se encuentran dispersos en 70 países.
Cuando Matt creó WordPress sabía que era posible ser más productivo, saludable y feliz al trabajar desde casa. Y tras varios años de práctica y reflexión, concluyó que las organizaciones distribuidas (es decir, aquellas en las que cada quien trabaja desde una ubicación diferente) pueden tener cinco estadíos de desarrollo:
1. Nivel básico
En este estado estaban 90% de las organizaciones del mundo antes de COVID-19. El nivel básico se caracteriza porque si hay una emergencia que te impide ir a la oficina, puedes hacer unas cuantas cosas desde tu celular, pero gran parte de tu trabajo se detiene.
2. Teletrabajo
En este estadío se intenta recrear el trabajo de oficina desde la casa, incluyendo los horarios y la forma de supervisar el trabajo. Las organizaciones que están en este nivel tienen algunas herramientas para que la gente trabaje desde su hogar, y casi toda la actividad es sincrónica, es decir, se espera que la comunicación suceda casi en tiempo real.
3. Trabajo virtual aumentado
La colaboración y la capacidad de escribir con claridad son las habilidades más importantes en este nivel. ¿Por qué? Porque la organización incorpora mejores prácticas como, por ejemplo, durante las videollamadas todos los participantes tienen abierto un documento colaborativo y alguien está a cargo de tomar notas de los acuerdos. De esa forma, todos pueden ver en tiempo real cómo se está creando la minuta de la reunión, pero todos saben que pueden ayudar pues es una responsabilidad compartida.
En este nivel es muy común que la gente comparta su pantalla durante las videollamadas y que se empiece a invertir en mejor equipo, por ejemplo, auriculares.
En este estadío el trabajo es asíncrono, es decir, no se espera que la comunicación suceda en tiempo real. Esto permite crear más espacio para el pensamiento crítico y beneficia el desempeño de los introvertidos y la gente que habla otros idiomas.
Cada quien puede puede diseñar sus horarios, y los colaboradores son evaluados por el trabajo que producen, no por cómo lo producen.
4. Nirvana
En esta etapa cada persona de la organización está empoderada y puede diseñar su jornada laboral para optimizar su salud, su desempeño y su balance vida-trabajo.
Por ejemplo, es posible trabajar 2 horas y luego ejercitarse 20 minutos. O bien, levantarse a las 5:00 am a trabajar, luego pasar tiempo con los hijos y volver a trabajar cuando éstos se han ido a dormir.
Automattic, la empresa matriz de WordPress, se rige por el “Automattic Creed”, un manifiesto que refleja la filosofía de trabajo de una empresa que busca llegar al nirvana laboral. Este es un momento ideal para leerlo con atención y compartirlo con tu equipo:
El credo de Automattic
Nunca dejaré de aprender. No solo trabajaré en las cosas que se me asignan. Sé que no existe el “status quo”. Construiré nuestro negocio de manera sostenible a través de clientes apasionados y leales. Nunca dejaré pasar la oportunidad de ayudar a un colega, y recordaré cómo era el mundo antes de saber lo que sé hacer ahora. El impacto me motiva más que el dinero, y sé que Open Source es una de las ideas más poderosas de nuestra generación. Me comunicaré lo más posible, porque la comunicación es el oxígeno de una empresa distribuida. Estoy en una maratón, no en una carrera de velocidad, y no importa cuán lejos esté la meta, la única forma de llegar es poniendo un pie frente a otro todos los días. Con el tiempo, no hay problema que sea insuperable.
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