Home coronavirus Del Coronavirus, la apertura económica, el modelo y otras pandemias

Del Coronavirus, la apertura económica, el modelo y otras pandemias

por Redacción BL
0 comentario
Del Coronavirus, la apertura económica, el modelo y otras pandemias

Hoy más que nunca, con los efectos de la pandemia, llegó la hora de repensar país, de rehacer economía y de abrir los caminos cerrados al progreso, no para diez personas, sino para toda una nación que merece mucho y a la que se le debe devolver un activo lanzado al cuarto de San Alejo sin pena alguna, la confianza.

Por Germán Enrique Nuñez

Los trabajadores colombianos dicen que durante décadas han perdido ingreso y lamentan la devastación del campo, el cierre de empresas y la quiebra social. Sin embargo, la CGT anota que la ilusión no muere.

En estos tiempos de pandemia en donde muchos viven encerrados en sus casas, con delirio de contagio, con pavor por el mínimo estornudo, una situación tan compleja que el solo hecho de sacar la cabeza por la ventana conlleva a imaginarios líos de garganta, en estas épocas para el olvido y drama, los trabajadores, grandes damnificados con la covid-19, analizaron presente y futuro, escenarios que fueron sin duda alguna enturbiados por un lamentable y errático pasado.

Antes de avanzar es necesario decir que, así como hay gente juiciosa y comprometida con la salud, hay otra que camina como zombi, sin temor, sin tapaboca, haciendo caso omiso de las recomendaciones sanitarias y disfrutando de la cerveza fría, de las fiestas hechas por convocatoria, acudiendo a los hoy clandestinos moteles, comprando en días sin IVA, y generando todo tipo de problemas en una sociedad que pide responsabilidad y prevención para enfrentar un virus que ya suma varios difuntos. Esas víctimas hasta hace unos meses, escépticas, hoy están muertas en cantidad considerable, y claro, como ya muchos saben, no pocos estaban de parranda.

En fin, hay gente experta en multiplicar problemas y eso no solo aplica en la indisciplina social sino en muchas personas que con responsabilidades estatales sacrificaron el empleo, la economía y sectores vitales para generar riqueza. En Colombia la mirada fue tan obtusa que enterraron el ferrocarril para darle un mercado a la industria camionera, dejaron el campo a la deriva porque estimaron conveniente importar cerca de 15 millones de toneladas de alimentos para comprárselos a los agricultores foráneos, hubo errores gravísimos en la concepción de una política dirigida que terminó en una cuestionable concentración de riqueza.

A lo anterior hay que sumarles la bendición a las prácticas corruptas, la banca rota de los honestos, el fin de la autosuficiencia, el riesgo de la seguridad alimentaria, el ingreso de productos chinos, vía libre al dumping y todo tipo de prácticas ilegítimas que pasan por la intermediación hasta unas tasas de interés que hacen inviable cualquier economía.

Increíble que mientras Estados Unidos y Europa, en gran parte inspiradores del modelo, tengan intereses del cinco por ciento, en Colombia ese indicador pasa del 30 por ciento efectivo anual con una lectura adicional, son tarifas para gente muy pobre y para empresas demasiado limitadas en presupuesto como acontece con muchas pymes colombianas.

Pero como en todo, hay margen para reconstruir país, hay opción de replantear sectores y aún existe esa oportunidad de construir una Colombia que crea en sus dirigentes, en sus empresarios, en el campo, en sus trabajadores y en sus líderes. Hoy más que nunca, con los efectos de la pandemia, llegó la hora de repensar país, de rehacer economía y de abrir los caminos cerrados al progreso, no para diez personas, sino para toda una nación que merece mucho y a la que se le debe devolver un activo lanzado al cuarto de San Alejo sin pena alguna, la confianza.

Calamidad social

En diálogo con Diariolaeconomia.com, el Presidente de la Confederación General del Trabajo, CGT, Julio Roberto Gómez Esguerra, anotó que al hacer comparaciones, la apertura económica se da la mano con la Covid-19, empero aclaró que hay un relicario de equivocaciones y malas decisiones, bastante influyentes en la calamidad social que hoy registra Colombia.

Cabe anotar que la CGT, central ya en preparativos para su conmemoración de bodas de oro, es consciente que durante cinco décadas mucha agua ha corrido por debajo del puente, 50 años de historia con sabores amargos y dulces, pero en todos esos contextos aferrados a la institucionalidad, al diálogo social, a la concertación y a una inagotable fuente de ideas que apuntaron y apuntan a abastecer los gobiernos para que contaran con herramientas sólidas a la hora de diseñar las políticas de desarrollo e inclusión.

Según Gómez Esguerra, en la larga historia de la CGT quedaron registrados eventos tales como el inicio de los años setenta, el desconocimiento del gobierno del Presidente Misael Pastrana Borrero, que en ese entonces negaba la personería jurídica a la naciente central obrera. En el mandato de Alfonso López Michelsen, siendo ministra de trabajo María Elena Jiménez de Crovo, fue otorgado el reconocimiento con todo el sustento legal para darle vida a la Confederación General del Trabajo.

Igual quedó en el registro histórico el paro cívico nacional de 1977, posteriormente vino el derrumbe de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría. Fue trascendental para el mundo la elección del sindicalista Lech Walesa en la presidencia de Polonia. En ese periodo la CGT presenció la ocupación de la embajada de República Dominicana en Bogotá, soportó la terrible toma del Palacio de Justicia y su dramático desenlace, igual la naturaleza golpeó fuerte y dejó enorme luto con la tragedia de Armero, después con la avalancha del Río Páez el país volvió a estremecerse. En esos 50 años los eventos no fueron pocos y allí entra toda la arremetida del narcotráfico, la guerra de carteles, el terrorismo que sacudió al país y muchos temas relacionados con violencia, proscripción, amenazas, desplazamiento y destierro. En ese terrible capítulo quedó marcado el asesinato del candidato presidencial Luis Carlos Galán, pero igual de ministros y funcionarios de la justicia que pusieron las organizaciones criminales al descubierto.

En 50 años los trabajadores vieron masacres, asesinatos selectivos y toda una ola de asaltos y amenazas que dejaron sin vida buena parte del país entre ellos críticos, abogados, trabajadores, campesinos, empresarios y periodistas. En los tristemente célebres años ochenta, los de la famosa década muerta, y desde luego en los inicios del nuevo siglo, la guerra fue sin motivo y sin cuartel, porque cayeron personas inocentes como las víctimas del bus bomba del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, en 1989. Fue sistemático el exterminio de la Unión Patriótica, el hurto de tierras y la cadena de secuestros. Sin duda el país ha sufrido mucho por el simple gusto de unos pocos victimarios.

Estocada a la economía

En el plano económico fue lamentable matricular sin conceptos profesionales de productividad y competitividad a los nacionales en una apertura económica que permitió comprar televisores a color y equipos más baratos, pero que igual le dio una estocada a la economía rural porque con el primer asomo de globalización, muchos salieron del mercado, tanto en el plano rural como en industrias y factorías que llegaron a generar empleo en cantidades importantes.

Con el cambio en la Constitución de 1991 vinieron nuevas herramientas contractuales y Colombia entró por un nuevo derrotero jurídico que llegó con un marco renovado, innovado y de cara al país. No obstante, con el trajinar de los años, empezaron a surgir críticas a la recién estrenada Carta Magna. En ese periodo de inicio de los noventa se hicieron presentes las privatizaciones, la venta de los activos nacionales, las liquidaciones de entidades vitales y unas jugadas que sepultaron modelos importantes de comercialización como el Instituto de Mercadeo Agropecuario, IDEMA, la misma que recibió entierro de quinta mientras que los personajes señalados por desfalcarla quedaron libres y gozando de las mieles de la impunidad.

“Hace treinta años para esta época, estábamos radicando un documento en el que advertíamos de los peligros que entrañaba la apertura económica propiciada por el gobierno de César Gaviria y en general vino una situación apremiante que ayudó a templar el carácter de la CGT, de sus dirigentes y organizaciones en la perspectiva de construir una Colombia mejor, propósito que aún no se ha logrado, pero tenemos claro que hemos contribuido para que la situación no sea peor”, declaró el señor Gómez.

A criterio del dirigente sindical, la apertura económica marcó a Colombia en un escenario para el olvido porque la desgravación arancelaria sentenció al país a una tragedia económica y social toda vez que fueron cerradas empresas y comercios, dejando en la calle a cientos de miles de trabajadores, pero igual arrasando con la economía campesina porque no hubo pudor mínimo a la hora de entregar el campo en bandeja de plata. Este, dijo Gómez, fue un error histórico que costó banca rota, despidos y mucha gente en la pobreza absoluta.


Explicó que el proceso de apertura profundizó la imposición de un modelo económico neoliberal a ultranza, afectando seriamente el aparato productivo, principalmente el sector agropecuario.

 

“No hay que olvidar que en los foros internacionales se escucha con incredulidad cuando se afirma que el primer país exportador de café suave del mundo es Colombia, tremenda paradoja al decirse que igual ese importante productor de grano de gama alta importa café en cantidades abismales, un asunto que no tiene ni sentido ni presentación. Igual produce vergüenza que un país con vocación agrícola esté importando más de 14 millones de toneladas de alimentos bajo la excusa que la gran mayoría es maíz que resulta más costoso producirlo en Colombia. Si Estados Unidos y la Unión Europea no hubiesen subsidiado la agroindustria, no serían nada gratas las condiciones de los productores actualmente. Hay ciertos renglones de la producción que requieren del acompañamiento del estado para mantener óptimos los indicadores de seguridad alimentaria”, señaló el Presidente de la CGT.

Un renglón que importa de manera intensa alimentos, concentrados e insumos es el de cría de animales, obviamente sin dejar de lado insumos agropecuarios como fertilizantes o fungicidas. Dentro de los cuestionamientos que hace la CGT es el por qué Colombia teniendo dos mares no cuenta con marina mercante propia o con una industria pesquera. El reclamo no es fútil porque el país tiene más de dos millones de kilómetros cuadrados de área marina y submarina. Esta realidad, manifestó, no la puede entender absolutamente nadie.

La producción nacional

Insistió que, por ubicación geográfica, Colombia debería ser el país más rico de la región, pero expuso que desafortunadamente se ha adolecido de mandatarios que se hayan puesto la camiseta de la producción nacional, reiterando que el Presidente Gaviria en su gestión metió a Colombia en un modelo altamente inconveniente.

Gómez aseveró que pese a lo sucedido y a que se ha desoído todo tipo de sugerencia en pro de mejorar las cosas, la CGT siempre estuvo propicia al diálogo social como el método más adecuado para resolver las contradicciones, pero lamentó que infortunadamente hay gobiernos que oyen, pero no escuchan.

 

Hoy, como nunca, Colombia tiene una oportunidad para rehacer su economía desde la base agropecuaria y así volver por los fueros de la productividad y la calidad de vida porque la pandemia, de manera forzada, cambió la estructura del comercio, le puso freno a la globalización y llamó a los gobiernos a pensar en hambruna y tragedias futuras. En ese orden de ideas, la salida no es otra que el mercado interno, sin abandonar algunas materias primas.

Para el caso del agro, no será importante el uso de fungicidas porque las naciones serias que compran alimentos, bien sea de siembras o de ganadería, incluyendo especies menores, no ven conveniente una agricultura hecha con productos tóxicos que redundan en cáncer o cualquier otro tipo de enfermedad. Es claro que el hombre tendrá que devolver la película y atender el llamado de los expertos en nutrición porque buena parte de las mercancías que vienen del campo, adquiridas en diversas latitudes, traen trazas químicas y agentes contaminantes que impactan la salud humana.



Fuente de la noticia

You may also like

Leave a Comment

Noticias de Buenaventura y el mundo

2024 – All Right Reserved. [email protected]