Cuando se habla de la dinámica económica que le espera a Colombia en el mediano y largo plazo, la tendencia mayoritaria de los analistas y centros de estudios es apuntar a que el país tendrá un crecimiento al cierre de diciembre, sin embargo, el punto de diferencia radica en qué tan alta será la variación positiva.
Factores como el momento político que vive el país con las reformas y el impacto que éstas tendrían sobre las finanzas del Estado, sumado a los constantes llamados que se hacen para que se cumpla la regla fiscal y el ritmo al que están bajando las tasas de interés; estarían afectando las proyecciones, según los expertos.
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Todo esto sin contar que el mercado laboral empieza a mostrar serios indicios de deterioro, lo cual en últimas podría afectar la producción industrial y por consiguiente, el posible repunte que se alcance en los 12 meses del 2024.
Ahora bien, durante las últimas semanas ha ocurrido un suceso que ha llevado a diversas autoridades monetarias y organismos internacionales a recortar sus proyecciones de crecimiento para Colombia, quedando en puntos que si bien son más altos, por ahora, que lo alcanzado en 2023, son insuficientes.
Crecimiento económico
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Un ejemplo de esto puede ser el más reciente pronunciamiento del Banco Mundial, que ajustó de 1,8% a 1,3% la variación que espera para el Producto Interno Bruto, argumentando que pese a que reconoce que la recuperación en América Latina es evidente, el crecimiento generado por ésta “sigue siendo decepcionante”, ya que se mantiene por debajo de las economías de otras regiones.
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Otro caso es el Fondo Monetario Internacional (FMI), que sumándose al BM, redujo de 1,3% a 1,1% su proyección del PIB nacional en 2024. Esta situación, de acuerdo con el Centro de Estudios Económicos Anif, es resultado del ajustado panorama de tasas de interés, las cuales advierte que se mantienen altas, aunque bajaron los últimos meses.
En este sentido, recordaron que el Banco de la República todavía tiene espacio para bajar un poco más rápido estas referencias, insistiendo en que factores como la caída en la inversión no dan espera y se deben atender con celeridad si se quiere dar vuelta al paso lento que muestra la economía hace meses.
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Precisamente en lo que concierne al Emisor, esta autoridad financiera también presentó sus proyecciones de crecimiento y en ellas corrigió a la baja el PIB que esperado de 1% a 0,8%, siendo esta por ahora una de las más bajas. No obstante, sostiene que para el 2025 se vivirá un fuerte repunte que hará que el país termine ese año en 3,5%.
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Dentro de los pocos centros de análisis que esperan un crecimiento del Producto Interno Bruto este año se encuentra Corficolombiana, que en su más reciente informe puso sobre la mesa una proyección del 1,3%, el cual se traduce en un ajuste al alza, ya que anteriormente estaba en 1% y según César Pabón, director ejecutivo de este centro de investigaciones, se explica por los vientos a favor que se esperan en el corto plazo.
“El crecimiento potencial de los próximos años, estará más cerca al 2,5%, que es la principal preocupación, porque esto pone en riesgo la estabilidad macro, en la medida que se aumentan los riesgos fiscales, y se disminuye el ingreso per cápita, que es donde finalmente se toca el bolsillo de la gente en las calles”, explicó Pabón.
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No obstante, estos expertos destacan tres elementos fundamentales para que esto suceda, empezando por reactivar la infraestructura y la construcción, promover planes de reactivación económica a nivel local y disminuir la incertidumbre en el mercado.
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“En ausencia de medidas decididas y prontas que reactiven la inversión, lo que no hay duda alguna es que el crecimiento potencial, el crecimiento de los próximos años se va a ver afectado … Si bien se ha venido repitiendo, no vemos que hasta algún momento se hayan reactivado estas locomotoras de crecimiento”, dijo César Pabón.
Las proyecciones pueden distar en los datos que esperan, pero coinciden en la importancia de mitigar los riesgos fiscales y generar un ambiente de certidumbre para impulsar la inversión.
DANIEL HERNÁNDEZ NARANJO
Periodista de Portafolio
